La agudización de los apagones paraliza la vida en las zonas rurales de Cuba, aseguraron a Martí Noticias, varios residentes en el campo.
Desde la comunidad rural de San Diego de los Baños, en Los Palacios, Pinar del Río, Katia Hernández Torres, dijo que las mujeres llevan la peor parte en esta crisis.
"En Las Caobas, en Vista Alegre, esto es una zona aquí más intrincada, más rural, y estos apagones están catastróficos. La mujer rural, en el campo, ya allí sí no hay nada. Tienen que ir al río a sacar la pipa de agua, el río contaminado, y ya te digo, la mayoría de ellas no mandan a los niños a la escuela", dijo Hernández Torres
"No se puede producir el poquito de pan en las panaderías, porque no tienen ni siquiera las reservas de combustible para poder poner sus plantas, entonces es difícil, es duro, es desgarrador", opinó la activista de la FLAMUR.
El agricultor Emiliano González, desde la zona del Horno, en la cercanía de Bayamo, en la provincia de Granma, señaló que están totalmente desabastecidos y las afectaciones en el campo por los cortes eléctricos y la falta de combustible son graves.
"Hay zonas acá en el oriente de Cuba donde han quitado la luz 24 horas, en realidad los apagones son cada vez más extensos y cada vez más frecuentes", afirmó el campesino.
Vladimir Ríos Cruz contó a Martí Noticias que en la cooperativa agropecuaria de Arroyo Blanco en Jatibonico, Sancti Spíritus, básicamente se han perdido las producciones por falta de regadío.
"En la zona de Arroyo Blanco solamente viene la corriente dos horas en 24 horas", afirmó.
"Cerca de donde nosotros vivimos hay cooperativas que tienen caña y esa caña se riega evidentemente con corriente. No olvídate de eso, no es posible", aseguró Ríos Cruz.
Leydis Tabares, reside en las márgenes de la ciudad de Camagüey, donde el servicio eléctrico lo han puesto, a veces, solamente durante una hora.
"Entre 14 y 18 horas, a veces la ponen dos horas y la quitan, la han puesto una hora nada más. Se trata de hacer una sola comida, se enciende con plásticos, con lo que se pueda encender... y, si no hay carbón, pues con leña", dijo la activista.
Miguel Ángel López Herrera vive en la periferia de la ciudad de Guantánamo, donde hay escasez de agua por falta de bombeo: "Aquí los apagones están siendo de 16 horas diarias, aquí el agua es cada 4 o 5 días".
Desde Guaro, en Mayarí, en la provincia de Holguín, Teresa Miranda Céspedes concluyó que "los apagones llegaron para quedarse".
La señora dijo que la electricidad "la ponen un rato y la quitan y vuelven a ponerla".
"Así estamos, apagón, hambre, calamidad de todo tipo, y mucha desesperación entre la gente, porque la gente sin comida, andan como zombies por ahí buscando cómo resolver. El dinero no alcanza", enfatizó la activista de la organización opositora Corriente Martiana.
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