El Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP) documentó 79 violaciones a la libertad de expresión y de prensa en el mes de agosto.
En su más reciente informe, la organización independiente advirtió que aunque la cifra disminuyó respecto a julio (203 casos), no significa una apertura sino un “ajuste táctico” dentro de una política represiva estructural.
“El retroceso observado en agosto no constituye una señal de alivio, sino la confirmación de que el régimen administra y adapta su capacidad represiva según coyunturas políticas y sociales”, señaló el ICLEP.
La organización explicó que la caída en las cifras responde a un patrón estacional ya detectado en 2024, cuando tras fuertes oleadas represivas en el primer semestre, las agresiones se redujeron en la segunda mitad del año.
Según el ICLEP, en agosto las violaciones se concentraron en fechas simbólicas como el 31 aniversario del Maleconazo y en el contexto de juicios políticos contra opositores.
Entre enero y agosto de 2025, se acumulan 909 violaciones, con un promedio mensual de 113.
“Incluso con la modulación de agosto, el año se encamina a cerrar con más de mil violaciones, consolidando un piso represivo más alto que en años previos”, alertó la entidad.
En cuanto a los métodos, el informe registró un viraje: las detenciones arbitrarias, que en julio sumaron 92, dieron paso en agosto a ataques, amenazas y agresiones psicológicas (27 casos).
“Esto refleja un desplazamiento hacia formas de hostigamiento más selectivas y de desgaste sostenido”, indicó el ICLEP.
La organización concluyó que la represión en Cuba “no es episódica ni reactiva, sino una política de Estado planificada, estructural y sostenida” que busca “infundir miedo, silenciar voces críticas y perpetuar el control social”.
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