El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, culminó una visita oficial a Corea del Sur como parte de su gira asiática, que también incluyó paradas en Japón y Malasia. El viaje tuvo como objetivo reforzar la alianza estratégica entre ambos países, avanzar en acuerdos comerciales y reafirmar el compromiso conjunto frente a los retos de seguridad en la región.
Durante una ceremonia en Seúl, el presidente surcoreano Lee Jae Myung otorgó a Trump la Gran Orden de Mugunghwa, la más alta condecoración del país, en reconocimiento a su papel como promotor de la paz en la península coreana. Además, le fue entregada una réplica de la corona de oro del antiguo reino de Silla, símbolo del respeto y la amistad entre las dos naciones.
El presidente Lee declaró: “Esta ceremonia simboliza la historia del reino de Silla, que mantuvo un largo periodo de paz en la península — y una nueva era de coexistencia pacífica y crecimiento común en la península coreana que Estados Unidos y Corea del Sur trabajarán juntos para lograr.”
En materia económica, los gobiernos de Estados Unidos y Corea del Sur anunciaron nuevas medidas para reducir aranceles y fomentar la cooperación en sectores clave como la industria automotriz y la construcción naval, con inversiones conjuntas de miles de millones de dólares. El acuerdo se enmarca en la iniciativa de Trump de revitalizar la producción estadounidense y estrechar los lazos con los aliados del Pacífico.
La visita también incluyó conversaciones sobre tecnología, energía y defensa, en las que ambos mandatarios reafirmaron su compromiso de mantener la estabilidad en el noreste asiático y fortalecer los lazos bilaterales en materia de seguridad.
Trump calificó su encuentro con Lee como “histórico y productivo”, destacando el papel de Corea del Sur como socio esencial de Estados Unidos en la región. “Juntos, avanzamos hacia una nueva era de cooperación, prosperidad y paz en Asia”, declaró el mandatario estadounidense antes de partir hacia Japón.
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