El preso político cubano William Cepero García continúa sin comunicación con su familia, cuando se cumplen 23 días de su decisión de empezar una huelga de hambre, en el centro penitenciario de Valle Grande, en La Habana, informó a Martí Noticias su hijo, el joven actor José Roberto Cepero.
Cepero García, de 58 años, se encuentra detenido desde el pasado 14 de febrero, un día después de realizar una protesta pacífica en su cuadra, en el municipio La Habana Vieja, junto con otros vecinos, para exigir libertad para Cuba y los presos políticos.
También, explicó José Roberto Cepero, porque días antes había llegado a su casa una citación de la Policía Nacional Revolucionaria a nombre de su hermano mayor, porque supuestamente debía 29. 500 pesos cubanos en multas que le habrían impuesto en 2022, cuando trabajaba como vendedor de pan en la calle.
“Unas inspectoras lo pararon una vez por estar parqueado, y mi hermano discutió con ellas y se fue. Parece que estas fueron las que le pusieron las multas, porque aquí las inspectoras andan acabando”, contó.
Sin embargo, desde hacía par de años, su padre se identificaba públicamente en su perfil en Facebook como opositor del régimen de Miguel Díaz-Canel y hacía activismo en defensa de los derechos humanos. La citación a su hijo mayor habría sido apenas un detonante para salir a la calle a manifestarse.
“Mi papá sabía que a mi hermano lo iban a detener, porque hay jóvenes que por menos de mil pesos los han detenido, y estas multas eran injustas”, dijo José Roberto Cepero.
El arresto del 14 de febrero ocurrió en circunstancias violentas. “Entran a la casa a la fuerza, sin una orden, rompen la puerta, nos llevan a todos presos. A mi madre se la llevan hasta en bata de casa, a mí descalzo, a mi hermano lo cogen en casa de la novia y se lo llevan preso, y lo sueltan al otro día, a mi mamá para otra estación, y a mí me llevaron con mi papá para Guanabacoa y me soltaron ese mismo día por la noche”.
José Roberto Cepero dijo que su casa la registraron entera y se llevaron los teléfonos de todos. “La casa la viraron al revés”. Luego, su padre fue trasladado a Villa Marista, sede de la Seguridad del Estado en La Habana, y se le acusó de propaganda contra el orden constitucional, un delito contra la Seguridad del Estado, y desacato.
Por el primero podría enfrentar desde dos hasta 10 años de privación de libertad y, por el segundo, desde uno hasta tres; de acuerdo con el nuevo Código Penal, en vigor desde diciembre de 2022.
Después de 18 días en Villa Marista, William Cepero ingresó en la prisión de Valle Grande. Allí estaba el primero de julio, cuando decidió empezar una huelga de hambre para pedir su libertad.
Su hijo explicó que la última vez vio a su padre, en visita, fue el 30 de junio. Ese día le dijo que iniciaría una huelga de hambre, aunque lo venía anunciando desde mucho antes. “El 30 nosotros no le llevamos nada de comida, nos dijo que no le lleváramos nada”.
Uno o dos días después, William Cepero llamó a su casa, y confirmó que, desde las cinco de la mañana del primero de julio, tras el recuento de rutina en la cárcel, se había declarado en huelga de hambre. Esa fue la última vez que habló con sus hijos o esposa.
Al día siguiente, un amigo suyo de Valle Grande llamó a la familia por teléfono para informar que William Cepero había sido trasladado a una celda. Y, el 17 de julio, otra llamada de otro amigo a la familia, notificó que el día anterior había sido llevado para el Hospital Nacional, en La Habana, porque “estaba delicado” de salud.
Ese mismo día los familiares del preso político acudieron al Hospital Nacional para intentar verlo, pero ni siquiera pudieron confirmar que estaba ahí. No fue hasta el día siguiente, en Valle Grande, que José Roberto Cepero conoció, a través de dos oficiales de la Seguridad del Estado, que su padre habría sido trasladado al hospital de la prisión del Combinado del Este.
En una grabación de la conversación, que el joven grabó y difundió a través del perfil de la periodista Iliana Hernández, se escucha a uno de los oficiales decir que como “él estaba en estado de inanición voluntaria, teniendo en cuenta el estado de salud en el que estaba, se le puso un suero, y él mismo se quitó el suero”.
“Y de ahí se trasladó con lo que tenemos establecido que es el Hospital Nacional (de Internos, conocido como HNI)”, agregó.
Supuestamente, allí permanecerá hasta que “más o menos él se recupere”, y luego regresará para Valle Grande.
Esa fue la última información que la familia de William Cepero recibió, el pasado 18 de julio; de acuerdo con el menor de sus hijos. Seis días más tarde, la incertidumbre continúa, en especial porque Cepero padece de hipertensión, tiene una cardiopatía y presenta problemas en los riñones y en el aparato digestivo.
“Si mi papá estuviese en la prisión o hubiese dejado la huelga me hubiese llamado. Eso es que lo tienen con suero. Hoy ya es 24. Sabrá Dios donde lo tengan”, comentó su hijo.
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