Diez costarricenses fueron condenados el viernes en un Tribunal de Guanacaste a penas de entre cuatro y cinco años de cárcel y una mujer fue castigada a realizar por dos años "trabajo comunal" luego que aceptaron que se dedicaban al delito de tráfico ilícito de personas, en este caso de ciudadanos cubanos, informa el diario La Nación de Costa Rica.
La Fiscalía Contra la Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes impuso una pena de cinco años para los líderes del grupo: Karla Rodríguez Torres, Yahaira Torres Paíz, Ever Canales Fonseca y Jorge Torres Torres.
Otros fueron condenados a cuatro años de prisión: Sheila Canales Fonseca, Ronny González Aguilar, Alejandro Juárez Rodríguez, Johnny Gutiérrez Orozco, Pablo Emilio Gómez González y José Vicente Rodríguez Robles.
La Ley costarricense contiene, en el artículo 249 de la Ley General de Migración, una pena de cuatro a ocho años de cárcel "a quien conduzca o transporte a personas, para su ingreso al país o su egreso de él, por lugares habilitados o no habilitados por las autoridades migratorias competentes, evadiendo los controles migratorios establecidos".
El diario tico menciona el caso de una mujer cuya identidad no se suministró, "acusada de dar albergue en hoteles a los migrantes" quien deberá cumplir, en el plazo de dos años, con 200 horas de trabajo comunal y donar ¢300.000 a una organización de bien social.
Según la fiscalía, los 11 acusados integraron entre enero y noviembre de 2015 una "organización criminal internacional dedicada al tráfico ilícito de migrantes de diferentes nacionalidades" y trasladaron de manera ilegal a cubanos desde Paso Canoas, en la frontera con Panamá, hasta la línea fronteriza con Nicaragua.
Martí Noticias publicó la noticia del operativo que el 10 de noviembre de 2015 desmanteló la banda en una serie de ocho allanamientos en La Cruz (fronteriza con Nicaragua), en varias comunidades de San José y Cartago (centro).
Según la Fiscalía, la organización criminal tenía la capacidad para movilizar hasta 40 inmigrantes por día.
El grupo se contactaba con otras organizaciones en Ecuador, Colombia, Panamá, Nicaragua, Guatemala, Honduras y México, además de varios estados de Estados Unidos, para coordinar el tránsito de los indocumentados, explica la agencia AFP .
Los coyotes cobraban hasta 18.000 dólares a los migrantes que viajaban desde Ecuador y 320 dólares a los que iniciaban el trayecto en Costa Rica.
Costa Rica vive desde hace un año una crisis migratoria con la llegada de miles de cubanos y haitianos de manera irregular.
Entre noviembre de 2015 y abril de 2016 Costa Rica albergó a cerca de 8.000 cubanos que iniciaron su travesía en Ecuador y que tenían como objetivo llegar a Estados Unidos y acogerse a los beneficios que les brindan las leyes migratorias de ese país.
Sin embargo, Nicaragua cerró su frontera a los migrantes irregulares desde noviembre pasado, lo que causó un tapón.
Los cubanos reanudaron su ruta gracias a un puente aéreo establecido con México y que contó con la colaboración de Guatemala y El Salvador.
Sin embargo, a partir de abril pasado, con la salida de todos los cubanos, comenzaron a aglomerarse en Costa Rica miles de migrantes haitianos, a quienes Nicaragua tampoco les permite el paso.
Costa Rica, que ha instalado albergues, ha contabilizado cerca de 12.000 haitianos, de los cuales hay unos 3.000 en territorio costarricense, pues muchos de ellos han continuado su ruta de manera ilegal.