La noche del 3 de octubre pasado va a pasar a la historia de Cuba -como tantas otras- por la vergüenza… o por la falta de ella. Oficiales de la Seguridad del Estado detuvieron por varias horas a la candidata independiente Aimara Peña González.
En el barrio Las Tosas, en Sancti Spíritus, Peña quería presentarse ante sus vecinos en la Asamblea de Nominación de Candidatos a la Asamblea del Poder Popular.
La joven de 27 años y quien fuera expulsada de la carrera de Magisterio en el Instituto Superior Pedagógico de su provincia, describió para el programa Cuba Al Día, de Radio Martí, el ambiente en que se desarrolló la asamblea de su circunscripción.
“Había más de veinte personas de fuera de la comunidad: miembros del Partido (Partido Comunista de Cuba, PCC), de la Seguridad del Estado, la FMC (Federación de Mujeres Cubanas, UJC (Unión de Jóvenes Comunistas). Había cinco carros y un ‘yipe’ patrulla, que estaban allí en el lugar”, relató Peña.
Horas antes de las ocho de la noche de ese día, Aimara fue detenida y llevada a una unidad policial donde fue amenazada y persuadida de que abandonara sus intenciones de participar en la reunión de barrio, según dijo a los periodistas Tomás Cardoso y Cary Roque.
“En esta supuesta entrevista surgieron amenazas y todo tipo de cuestionamientos debido a mi presentación tratando de impedir que yo participara en la asamblea”, aseguró Peña.
La también activista de derechos humanos explicó que los oficiales de policía y Seguridad le dieron detalles de cómo impedirían su nominación: "tenían montado esto como una obra de teatro”.
Aplastando la propia legalidad
La Ley Electoral en Cuba prohíbe a las autoridades policiales intervenir en el proceso desde la base hasta la fase final de las elecciones.
La independientes Comisión Cubana de Defensa Electoral (COCUDE) ha compilado en un resumen casi diario desde inicios de septiembre algo más de medio centenar de violaciones.
La tarde del miércoles, uno de los coordinadores de COCUDE, Juan Manuel Moreno, denunció al portal Diario de Cuba que fue detenido al salir de la sede diplomática de la Unión Europea en La Habana, luego de exponerles a los funcionarios europeos la relatoría con las violaciones de las fuerzas del gobierno y Seguridad del Estado a la Ley Electoral.
Candidatos del proyecto Otro 18, coordinado por Manuel Cuesta Morúa; Candidatos por el Cambio entre los que se cuenta Julio Aleaga Pesant o Movimiento Opositores por una Nueva República (MONR), que dirige el expreso político José Díaz Silva, han denunciado la detención, golpiza y hasta encarcelamiento de aspirantes a nominados, solo por declarar que se presentarían a las Elecciones Generales.
Peña dijo que dos personas de su barriada que la apoyaban hasta ese momento y que la nominarían delante de los vecinos esa noche, fueron visitadas por agentes de Seguridad en el mismo momento en que la interrogaban a ella. Los dos vecinos –expresó- fueron amenazados y le pidieron que no revelara su identidad en esta entrevista con Radio Martí.
Baja asistencia, media hora de tensión
“Hubo poca participación, fue media hora tensa (…) las personas fueron llegando después que estaban todos estos (de la autoridad) allí instalados. En la circunscripción se habían producido dos asambleas antes y ninguna había tenido esta concurrencia de miembros del Partido”, señaló la mujer.
Aimara Peña describió el guion de la asamblea oficialista, en la que ella considera las violaciones más visibles a la Ley Electoral.
La asamblea “dio apertura con la grabación del concepto de Revolución en voz de Fidel (Castro, fallecido el 26 de noviembre de 2016) y luego lectura de las palabras de apertura donde hacen ratificación de que las elecciones son un proceso revolucionario, que el pueblo firmó la ratificación de defender las cenizas de Fidel… es decir, un acto político, nada cívico, nada democrático, bien parcializado”, enfatizó.
Dos personas fueron nominadas antes que Aimara Peña hasta que llegó el momento en que “un valiente” levantó la mano y la postuló.
El hombre habló de las cualidades y capacidades de Peña como una posibilidad de representar a sus vecinos y que legalmente estaba apta para aspirar al cargo, pero fue interrumpido por uno de los partidarios del gobierno.
“Comenzaron a dar los argumentos de mercenaria y que no podía estar a la altura. Fue llevado a votación y ocho personas levantaron sus manos a riesgo de todo, siendo vistos por esa cantidad de personas extrañas, que eran más que los de la comunidad: había 57 de la comunidad y 15 de otras áreas de nominación que venían preparados porque son del Partido”.
Lejos del pesimismo, y de las horas de angustia entre su detención, interrogatorio y luego el suplicio del escarnio público sufrido, la joven activista prodemocrática cree que el hecho le dejó un saldo positivo.
“A pesar de que no logré que se me nominara, logré eso, que la gente viera y quedé como aquella muchacha que simplemente quiere hacer valer sus derechos y esa poderosa fuerza se lo impide porque se mostraron así: fuertes, arrogantes, poderosos e intimidantes a (con) ese pueblo que solo quería el derecho a elegir y ser elegido”, concluyó.
[Con información del programa Cuba al Día, Diario de Cuba y COCUDE]