El preso político Eider Frómeta Allen, de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) en Guantánamo, fue sacado de una celda de castigo y trasladado a un destacamento en la prisión provincial, donde, según sus familiares, corre riesgo su integridad física.
Ovidio Martín Castellanos, coordinador de la UNPACU, dijo a Radio Televisión Martí que en el destacamento para el que lo trasladaron hay varios reos comunes que "reciben mejoras penitenciarias a cambio de golpear a los presos políticos", por esa razón "podría estar en peligro".
El pasado mes de marzo Frómeta Allen estuvo 11 días en huelga de hambre en protesta por la decisión de las autoridades penitenciarias de juntar en un solo piso a los reclusos de varios destacamentos, con el pretexto de habilitar un espacio para aislar a aquellos que se enfermaran de COVID-19.
Frómeta Allen, de 29 años de edad, fue sancionado en 2019 a un año de prisión por el delito de "desobediencia".
La UNPACU calificó esa sanción de "delito fabricado" por las autoridades para frenar su activismo en la provincia de Guantánamo, donde había estado promoviendo la campaña #YoVotoNo.
