El diario panameño La Estrella alerta sobre los 880 migrantes cubanos en Panamá que, molestos por la escasez de recursos de las organizaciones caritativas, podrían generar protestas.
La situación de los cubanos, repartidos entre los albergues de Paso Canoas y Progreso, se torna aún más delicada luego de conocer que uno de los migrantes, Rubén Ramírez, de 53 años, murió la tarde del lunes en la sala de cuidados intensivos del Hospital Regional Rafael Hernández en Chiriquí, debido a problemas respiratorios.
Según datos del certificado de defunción de Ramírez, ofrecidos por la doctora Itza Barahona, Directora General de Salud de Panamá, al periodista Ricardo Quintana de TV Martí, la causa del deceso fue el virus AH1N1.
La funcionaria aseguró que han establecido "vigilancia epidemiológica" en los pacientes con cuadro febril y en aquellos que han estado en contacto con el fallecido.
La doctora Barahona aseguró a TV Martí que se trata de influenza pandémica, que afecta mayormente a las personas con el sistema inmunológico debilitado, a embarazadas y niños, o aquellas que estén deshidratadas.
La información, ofrecida inicialmente a La Estrella por otros cubanos que permanecen en Paso Canoas, asegura que Ramírez ingresó el día 2 de enero "junto a otros compañeros de la misma nacionalidad con problemas de insuficiencia respiratoria".
Otro reporte del mismo diario afirma que en los próximos días iniciarían protestas relacionadas con las condiciones en las que están albergados y la incertidumbre migratoria en la que se encuentran.
Hace un par de semanas los cubanos fueron trasladados desde un albergue dispuesto por la Iglesia Católica –y en el que aseguran había aire acondicionado y televisión– a otro con menos condiciones:
"Nos mudaron de los primeros albergues asegurando que encontraríamos mejores condiciones, pero no ha sido así. La alimentación sigue siendo facilitada por la Iglesia y otros grupos; los hoteles nos han puesto restricciones y el gimnasio en Progreso, ni siquiera tiene camarotes como nos decían", relató Eladio Pavón a La Estrella.
Por otra parte, el diario Panamá América entrevistó al representante de Cáritas en el distrito de Barú, Siex del Candanedo, quien alertó del inminente agotamiento de los recursos luego de cuatro semanas de albergue transitorio.
"Los alimentos se acaban, los baños colapsan, los espacios de los albergues se están tornando pequeños debido al número creciente de cubanos en esta zona del país", afirmó Candanedo, citado por PA.
El representante de la entidad católica explicó que en el albergue Centro Héctor Gallego, que acogía a 206 cubanos, colapsaron los baños, lo que obligó a la apertura de un nuevo albergue en la comunidad de Jacú, en el Centro Cuadrangular, donde se trasladaron 150 migrantes.
En situación parecida está el albergue del gimnasio de Progreso, que en la actualidad tiene 270 cubanos.
Cerca de 300 cubanos se hospedan en el hotel de Paso Canoas, 40 en el hotel Milenium y otros en residencias del lugar, a decir de los informes de Cáritas.
Tras el cierre del albergue Inmaculado Corazón de María en Paso Canoas, por parte del Gobierno, el sitio funciona como comedor para los cubanos.
Toque de queda
Aunque no se ha revelado aún la fecha exacta, se presume que el alto número de cubanos varados en territorio panameño haga imponer un toque de queda, previsto para entrar en vigor a las 9:00 de la noche, "para evitar que los cubanos puedan estar a altas horas de la noche en las calles en el área fronteriza, lo cual es un riesgo para la seguridad de los isleños", asegura Panamá América.
De manera extraoficial se conoció que una supuesta gestión del Gobierno, estaría encaminada a encontrar una solución parecida a la de Costa Rica: La de enviar a los cubanos por vía aérea para evitar que queden varados en suelo tico.