El año 2021 terminó en la isla con 955 presos políticos, según la organización Cuban Prisoners Defenders (CPD). De ellos, permanecen en prisión 842. Unos 700 casos se corresponden con las olas represivas tras el 11 de julio y el 15 de noviembre, y hay 26 menores de edad procesados.
“Han sido acusados por sedición 132 de los 842 prisioneros, uno de los delitos más graves de toda legislación, solo por manifestarse. De los 387 prisioneros sentenciados, 137 tienen penas de más de 10 años. Al menos 107 mujeres están presas por motivos de conciencia en Cuba en estos momentos”, denunció Javier Larrondo, presidente de CPD.
La organización considera que las estadísticas presentadas este martes “no son más que una fracción, entre el 40% y el 50% de las cifras reales, cuya verificación total es simplemente inalcanzable”.
“La reacción del mundo, a excepción de Estados Unidos y algunos de sus aliados democráticos, ha sido tibia e insuficiente” ante la gravedad del tema, alertó Larrondo.
En cuanto a las instituciones europeas, Cuban Prisoners Defenders asegura que “la reacción del Parlamento Europeo ha sido generosa y adecuada, no así la de la Comisión Europea y el Servicio de Acción Exterior, cuya pasividad provoca el sonrojo de todo demócrata”.
CPD estima que en Cuba existen hasta “13.000 presos políticos”, si se suman “otros 11.000 civiles jóvenes”, no pertenecientes a organizaciones opositoras, con penas medias de 2 años y 10 meses de cárcel, mediante las llamadas “condenas pre-delictivas”.
En enero de 2021 había en Cuba 138 presos políticos, según la misma fuente.