Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), dijo este lunes no reconocer "a Nicolás Maduro como el presidente legítimo de Venezuela”.
Según el líder regional, las elecciones organizadas por el régimen de Maduro el 20 de mayo, fueron “un ejercicio sin las mínimas garantías para el pueblo, se celebraron con una falta generalizada de libertades públicas, con candidatos y partidos proscritos y con autoridades electorales carentes de cualquier credibilidad, sujetas al poder ejecutivo”.
“Ayer fue un día infame para la democracia de las Américas. Ante la fuerza de la democracia en la conciencia regional, el dictador Maduro intentó, sin éxito, darle un ropaje democrático a su régimen totalitario. Y ello es imposible. El totalitarismo y la democracia no pueden convivir”, aseveró en un comunicado el diplomático uruguayo.
Almagro denunció que las votaciones del pasado domingo, criticadas y no reconocidas por varios gobiernos de la región y por la Unión Europea, se llevaron a cabo con más de “300 presos políticos en las cárceles y con el Estado usando todos los recursos a su disposición para la farsa”.
“No se puede tener democracia sin elecciones, pero ayer Nicolás Maduro demostró que se pueden celebrar elecciones sin tener democracia”, advirtió.
El líder regional aseguró que el país suramericano necesita “un gobierno de transición que pueda generar un sistema electoral legítimo, que a su vez permita soluciones al país”, que vive la mayor crisis humanitaria de su historia.
“Pero ayer fue también un día de esperanza para Venezuela. A pesar de todo el ruido de la maquinaria estatal al servicio de Nicolás Maduro, los demócratas venezolanos hicieron oír su voz alta y clara al abstenerse masivamente. Tanto, que ni siquiera las autoridades electorales del régimen pudieron negarlo. El pueblo que dejó sangre en las calles defendiendo sus derechos es la mayoría cada vez más clara y evidente, y su triunfo con la redemocratización de Venezuela llegará”, subrayó.
El jefe de la OEA, considera que “lo peor que le puede pasar a Venezuela es la prolongación de la dictadura. La crisis humanitaria producto de la falta de comida y medicinas es cada vez más profunda, como atestiguan los miles de venezolanos que abandonan el país a diario”.
“Las instituciones no tienen ninguna legitimidad ni credibilidad. El sistema político, sus autoridades y su presidente son un fraude. Vamos a dar respuesta a la falta de democracia en Venezuela. No podemos ser indiferentes y no lo seremos. Seguiremos bregando por sanciones más fuerte contra el régimen, seguiremos bregando por el fin de la dictadura venezolana”, concluyó.