Man-Kei Tam, director de Amnistía Internacional Hong Kong, ha reaccionado duramente contra las actuaciones de las autoridades locales que, en la mañana del viernes 29 de agosto, detuvieron a los prestigiosos activistas por la democracia Joshua Wong y Agnes Chow y anteriormente, en la noche del jueves, al activista independiente Andy Chan.
“Las absurdas redadas –denuncia Tam- efectuadas esta madrugada para detener a Agnes Chow y Joshua Wong son un escandaloso atentado contra la libertad de expresión y de reunión pacífica. Como mínimo, deben quedar en libertad con fianza lo antes posible”.
Joshua Wong y Agnes Chow son miembros del partido pro democracia Demosisto; el primero, fue violentamente introducido en el interior de una furgoneta sin identificación cuando se dirigía a la estación del metro y permanece detenido bajo sospecha de incitar a acudir a una reunión ilegal, organizarla y participar en ella, según informa la prensa. La segunda, fue detenida en su casa por, supuestamente, acudir a una reunión ilegal y participar en ella. Estos cargos se refieren a la protesta realizada frente a la jefatura de la policía de Hong Kong el pasado 21 de junio.
Por otra parte, Andy Chan, coordinador del Partido Nacional de Hong Kong, -prohibido por el gobierno en septiembre de 2018 “por el bien de la seguridad nacional y de la seguridad pública”- fue arrestado en la tarde del jueves en el aeropuerto de Hong Kong y se le acusa de disturbios y agresión a un agente de la policía.
Jimmy Sham, quien fuera el organizador de las multitudinarias y pacíficas protestas ocurridas en Hong Kong en favor de la democracia, sufrió un asalto en plena calle, realizado por un grupo de hombres enmascarados y armados de un bate y un gran cuchillo.
“Las autoridades -enfatiza Man-Kei Tam- deben poner fin a este ataque concertado contra las libertades de expresión y de reunión pacífica. Es esencial que las autoridades dejen claro que en Hong Kong se puede disfrutar todavía de estos derechos con independencia de las ideas políticas que se profesen”.
“En la última semana hemos visto utilizar tácticas de intimidación tomadas del manual de tácticas de Pekín: agresiones de matones a quienes organizan las protestas, detención de activistas notables en sus casas y en la calle, y prohibición de una gran concentración prevista para el sábado”. –Señaló, refiriéndose a la prohibición por parte de la policía de la manifestación convocada para este sábado 31 de agosto, fecha en que se cumplen cinco años del rechazo, por parte de Pekín, de la realización de un verdadero sufragio universal para elegir al líder de Hong Kong.