Se podría apostar que Angie Rey nació sujetando un micrófono. Desde una muy temprana edad, esta cantautora comenzó a cantar a voz en cuello, sentando las bases para una carrera llena de estrellas.
Esta hija de un hombre que arriesgó su vida para llegar a Estados Unidos durante la crisis de los balseros en agosto de 1994, acaba de lanzar su primera canción y un video-clip que la acompaña. Ambos exuden mucha pasión; el tema se trata de una joven con su corazón roto.
“Mi primer sencillo se llama Chicka Boom. Y la primera vez que escuché una de las canciones pensé: ‘¡Esta es tremenda canción!’ Me encantaba que fuera el cuento de una muchacha que había terminado su relación y estaba bien triste, como siempre. Y en ese punto dijo: ‘Aquí me voy a levantar y desde aquí voy a seguir palante, que no me voy a quedar aquí en este piso triste llorando’”, explicó. “Y se trata de una chica…pienso que es tremenda canción para una muchacha como yo, para otras muchas que están escuchando. La canción que dice: ‘Oye, aquí…aquí tengo que seguir palante, aquí no puedo parar’. Y por eso me encantó” enfatizó.
(Video cortesía PMG Records & ProGo Music Group)
Ella escuchó los consejos de su padre, Reynaldo Rodríguez, quien le dijo que la vida es una oportunidad, "hay que aprovecharla". Con una melodía bajo su cinturón tachonado, esta artista cubanoamericana está un paso más cerca de alcanzar la fama mundial. Después de conseguir ser parte de los populares programas de competencia La Voz Kids y American Idol, eligió una carrera en música country, ya que habla de quién es ella, y en quién busca convertirse…
“Lo que a mí me encanta de la música country es que todas las canciones son cuentos. Igual como la música latina, se tratan de la familia, de las amistades, de Dios, de tener un buen tiempo, un buen rato con sus amistades. Es la misma cosa que la música country, por eso me enamoré de la música que canto que es el estilo country”.
Con solo 21 años de edad, sus sonidos y estilos maduros, sus tonos suaves, y la poderosa entrega de su canto la han preparado para captar una amplia gama de públicos y géneros que buscan algo diferente en el mundo de la música guajira estadounidense. Recientemente, Angie tomó su lugar en el escenario y sirvió como primer acto de los grandes artistas de este estilo musical, Scotty McCreery y Chase Bryant, entro otros. Nos confiesa que disfruta de su tiempo en los estudios, pero prefiere la energía de una audiencia.
“Aunque a mí me gusta la parte de la música que es la grabación, lo que a mí me encanta es salir en un escenario y estar ahí con toda la gente que están escuchando mi música porque no hay nada como la energía de la gente que están ahí viéndome, que están cantando las canciones, que están pasando buen tiempo igual que yo. Así estamos juntos y la energía es muy diferente cuando están en persona”, admitió.
Para esta joven, bautizada Ángela Rodríguez, la familia lo es todo. Nacida en un pequeño pueblo en el sur de California, empacaron sus maletas y se dirigieron hacia el este, cosechando un hogar en la ciudad floridana, Tampa. Al igual que para la mayoría de otros cubanoamericanos, su casa siempre estaba llena de música y alegría, arroz, frijoles negros, y el sonido de doble-nueves siendo arrastrados a través de una mesa irregular de forma cuadrada.
“En esta casa cubana siempre hay tremenda bulla…aquí siempre estamos unidos y cuando vienen todos, la gente pa’ca, estamos jugando dominó y si no estamos jugando domino, estamos escuchando música o gritando. El que gana aquí es el que más alto habla. Aquí se escucha todo tipo de música también. Mis padres se conocieron bailando la música de salsa pero a mi papá, balsero al fin, le gusta Willy Chirino hasta Phil Collins, entonces todo tipo de música. Y a mis abuelas le gusta Gloria Estefan…Entonces estamos escuchando todo tipo de música aquí en esta casa”.
Sus lazos estrechos con su familia le ayudaron a cultivar un sentido fuerte de convicción. Sus padres nacieron en un país sin libertades, y como cientos de miles de otros oriundos de la Perla de las Antillas, dejaron atrás su patria en busca de un mejor futuro…un futuro donde los sueños se pueden hacer realidad.
“Mi papá siempre me dice que debes de luchar (por) algo que te gustaría ser o que te gusta o que necesitas hacer como el que viniera a los Estados Unidos en balsa o yo como en el canto. Por eso yo paré ir a la universidad porque pensé igual que mi papa: debo de hacer lo que a mí me encanta, lo que quiero, lo que pienso que tengo que hacer, y…luchar. Porque la calle no siempre es fácil, pero es lo que tengo que hacer. Entonces por eso seguí cantando”.
Su padre, Reynaldo Rodríguez, junto a su hermano, y un amigo arriesgaron sus vidas a lo largo del Estrecho de la Florida en balsa, en agosto de 1994, en medio de la llamada “Crisis de los balseros”. Los tres se encuentran entre los dichosos que no perecierón en sus intentos de huír del régimen comunista de Fidel Castro. Su familia, que permanecía en Cuba, se enteró que llegarón sanos y salvo gracias a las transmisiones de Radio y Televisión Martí. Para Rodríguez, la travesía y los peligros valieron la pena…
“Soy balsero con mucho orgullo. No me arrepiento por lo que hice”, aseguró. Hay una canción de Willy Chirino que dice que ‘si te tiras al mar y mueres, mueres libre y con honor’. Me siento el mejor padre del mundo. Tengo a mis hijos, no tengo ninguna especialidad con ninguno; los amo. Siempre les digo: ‘la vida es una oportunidad, es belleza, es un sueño, un reto, un dolor, es suerte, y es muy preciosa; no la destruyas, lucha por ella, y por lo que quieres de ella’”.
Aunque su carrera se centra en audiencias de habla inglesa, Angie Rey no se desvía de las esperanzas de algún día poder incorporar pedacitos de sus raíces cubanas en sus canciones. Con esta mezcla, busca crear una especie de ajiaco bilingüe que incorpore los sonidos del país que la vio nacer, y de aquel de donde proviene su familia.
“Ahora las canciones mías no tienen ningún sonido latino por supuesto pero me encantaría meter un poquitico de mi familia, de la música latina porque trae algo muy diferente a la música y yo pienso que le falta un poquitico en la música country. También me encantaría cantar en español. Me gustaría grabar muchas canciones en español por mis abuelos y por mis padres. Me encantaría”.
Angie Rey no ha permitido que la pandemia del Coronavirus la detenga. Pasa sus días trabajando en sus próximos proyectos que incluyen otros sencillos que espera que la catapulten al estrellato.
“Ojalá que a la gente le gusten mis canciones…desde aquí pa’lante. Hay muchas más canciones que estamos grabando que me encantaría compartir ahora, pero estamos en ese proceso grabándolo y ojalá bien pronto vamos a hacer el próximo sencillo. Y como todo está cancelado por ahora ojalá que un día si no nos demoramos demasiado, me encantaría ser una estrella internacional”.
Apenas entrando en la edad adulta, esta cantautora se encuentra un paso más cerca de lograr el cotizado “sueño Americano”… el mismo sueño que encontraron sus padres cuando escaparon el comunismo y encontraron la libertad.