Se cumplen 18 años del discurso que el ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter pronunciara en el Aula Magna de la Universidad de La Habana.
El presidente número 39 de EEUU se convirtió el 14 de mayo del 2002 en la primera personalidad estadounidense de alto nivel en dirigirse de forma directa al pueblo de Cuba a través de la radio y la televisión. Su desafiante discurso fue pronunciado con el ya fallecido Fidel Castro (1926-2016) sentado en primera fila.
“No he venido acá a interferir en los asuntos internos de Cuba sino a extender una mano de amistad hacia el pueblo cubano”, dijo el mandatario demócrata que había sido presidente de Estados Unidos entre 1977 y 1981.
El ganador del Premio Nobel de la Paz en 2002 pidió en su discurso el levantamiento del embargo y le habló a los cubanos de los derechos humanos y la democracia.
“La democracia es un marco que permite a las personas acomodarse a los tiempos cambiantes y corregir los errores del pasado”, dijo el ex mandatario que también mencionó los derechos y libertades innatos que tiene cada ciudadano.
“Todos los ciudadanos nacen con el derecho de escoger sus propios líderes, de definir su propio destino, de hablar libremente, organizar partidos, sindicatos y grupos no gubernamentales y de tener procesos legales abiertos y justos”, declaró.
La política hacia Cuba que siguió la Administración Carter ha sido criticada por unos y aplaudida por otros. Entre otras acciones emprendidas durante su gobierno negoció con el régimen de La Habana y logró a finales de la década del 70 el indulto de 3500 presos cubanos; abrió la Sección de Intereses de los Estados Unidos en Cuba; propició los viajes de los exiliados cubanos a la isla, conocidos como los viajes de la comunidad; y permitió el puente marítimo del Mariel, por donde llegaron a territorio americano más de 135 mil cubanos.
En el año 2002, el opositor Movimiento Cristiano Liberación dirigido por Oswaldo Payá Sardiñas (1952-2012) promovía el Proyecto Varela que a través de una recogida de firmas pedía cambios en las leyes electorales del país a través de un plebiscito. Carter lo tuvo presente.
“He sido informado que tal esfuerzo, conocido por el nombre de Proyecto Varela ha logrado suficientes firmas y ha presentado una petición de esta naturaleza ante la Asamblea Nacional para los cubanos ejerzan ese derecho para pacíficamente cambiar sus leyes mediante un voto directo. El mundo verá como son los cubanos y no los extranjeros quienes decidirán el futuro de este país”, sentenció.