Un grupo de cubanos de dentro y fuera de su país, entre ellos la opositora cubana Rosa María Payá y el alcalde de Miami, Francis Suárez, pidieron apoyo a 27 congresistas de EE.UU. para lograr que el Gobierno de Cuba libere un cargamento de ayuda humanitaria que ha sido "retenido arbitrariamente".
En una carta donde los firmantes denuncian que "ningún Gobierno debiera restringir nuestra posibilidad de socorrer directamente a nuestras familias en la isla".
Los destinatarios de la carta son 27 miembros del Senado y la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, incluyendo Bernie Sanders y Karen Bass, los cuales a su vez enviaron en mayo pasado una misiva al secretario de Estado, Mike Pompeo, criticando la "politización" de la ayuda humanitaria a Cuba.
Los parlamentarios se referían a la iniciativa Solidaridad entre Hermanos surgida en mayo pasado en Miami para recoger en EE.UU. ayuda humanitaria para el pueblo cubano.
Esa ayuda fue enviada a Cuba con la ayuda de iglesias cristianas, a través de los canales convencionales, pero fue "retenida arbitrariamente por las autoridades cubanas a su llegada a la isla" y sus destinatarios -15.000 familias- no han podido recibirla, "a pesar de la grave crisis que vive el país", dicen.
Como los congresistas expresaron en su misiva a Pompeo su interés en "la salud y seguridad no sólo de los cubanos, sino de los estadounidenses y otros en la región del Caribe", los artífices de la iniciativa Solidaridad entre Hermanos exponen las razones por las que, a su juicio, deberían emplear ahora "su influyente plataforma" para reclamar a las autoridades cubanas que liberen la ayuda.
"El régimen del partido único comunista, que ejerce su control centralizado sobre todos los aspectos de la sociedad cubana, ha causado una grave crisis humanitaria y aumentado la represión política", señalan los firmantes de la carta a los congresistas.
"Cada día, debido a la escasez de alimentos y necesidades básicas, los cubanos deben realizar largas filas que se convierten en aglomeraciones masivas para adquirir lo poco que los mercados estatales ofertan, por lo que es prácticamente imposible cumplir medidas elementales para protegerse del coronavirus", agregan.
"Para empeorar más las cosas, el Estado cubano -dijeron- está vendiendo varios productos de primera necesidad exclusivamente en dólares, haciéndolos inaccesibles a la mayoría de las familias cubanas, porque todos los salarios son pagados en moneda nacional".
Payá, Suárez y los demás firmantes de la carta indican que Solidaridad entre Hermanos no es una iniciativa "de naturaleza política, sino un esfuerzo humanitario de pueblo a pueblo" y les piden a los congresistas que "respondan si, en estos momentos difíciles, ustedes podrán ayudar con este problema crítico".
Entre los firmantes de la carta están dirigentes religiosos de distintas confesiones, miembros de las Damas de Blanco, como Berta Soler, y de la oposición política interna cubana, como José Daniel Ferrer, directivos de la Fundación para la Democracia Panamericana.