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Carta del Instituto Patmos en respuesta al Secretario del Consejo de Iglesias de Cuba


Foto de la recogida de ayuda para enviar a los cubanos de la isla organizada por la iniciativa Solidaridad en Hermanos, el 16 de mayo del 2020.
Foto de la recogida de ayuda para enviar a los cubanos de la isla organizada por la iniciativa Solidaridad en Hermanos, el 16 de mayo del 2020.

Con el título "Una de nosotros", el Instituto Patmos, que dirige el Pastor Mario Félix Leonart, envió una carta de respuesta a las declaraciones realizadas por el secretario del Consejo de Iglesias de Cuba, Reverendo Joel Ortega Dopico quien, a nombre de la Iglesia en su totalidad y de manera inconsulta, rechaza el envío de ayuda humanitaria a los cubanos de la isla realizado por numerosos exiliados.

Declaraciones del Pastro Leonart al programa Cuba al Día que conduce el periodista Tomás Cardoso.

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Este es el texto de la carta en su totalidad:

Por si ya no bastase que diariamente el régimen castrista hable a nombre del pueblo cubano sin haberle preguntado jamás, ahora también las iglesias en Cuba tienen que soportar que el Rev. Joel Ortega Dopico hable en nombre de ellas cuando sus palabras ni siquiera representan el sentir del Consejo de Iglesias de Cuba (CIC) donde, para mal de esta institución, funge como Secretario Ejecutivo.

Estamos muy al tanto de que “sus palabras” bajo el título “Unidos y Unidas para Servir” fueron publicadas en el portal digital del CIC inconsultamente, irrespetando a las denominaciones asociadas en él, al mismo estilo del Partido Comunista que desgobierna la Isla y al cual el Rev. Dopico sirvió como vocero con su publicación, señala Patmos.

Su declaración afirma que: “El evangelio no busca divisiones, confrontaciones, ni privilegios”, atreviéndose a citar la Palabra de Dios, para atacar a una de nosotros. A una mujer cubana y católica, Rosa María Payá, que no es sólo miembro digna del pueblo cubano, sino militante activa de la hermana Iglesia Católica en Cuba, y quien posee el privilegio espiritual de ser la hija de uno de sus mártires, Oswaldo Payá Sardiñas”.

El lamentable contenido de su diatriba es una apología del mismo orden político que viola las libertades religiosas en Cuba.

El Rev. Dopico defiende un sistema que comienza por coartar la libertad del CIC (como evidencia esta misma manipulación); pero también de las denominaciones afiliadas a la Alianza de Iglesias Evangélicas Cubanas (AIEC); del resto de las iglesias con registro legal que no pertenecen ni al CIC ni a la AIEC; de las numerosas iglesias y movimientos que ni siquiera poseen registro legal, porque se les niega; pero sobre todo, de la Iglesia Católica en Cuba.

“porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra” (1 Juan 2:8b),

Es de sobras conocido por todos el fervor católico de los Payá. Y sin embargo, a nombre de todas “las iglesias cubanas” cometió el Rev. Dopico el sacrilegio de hablar.
El Rev. Dopico usa el portal del CIC para afirmar algo tan excluyente como “no nos prestamos a relacionarnos con personas y organizaciones” a las cuales además clasifica a priori de “manipuladoras”.

Las palabras del reverendo no solo calumnian a Rosa María sino también a los miles de cubanos que en la diáspora han donado para ayudar a sus hermanos en la Isla.

Es inconcebible que su declaración, contraria a la práctica y al espíritu cristiano, se esgrima para reaccionar precisamente en contra de una ayuda humanitaria enviada al pueblo cubano como genuina expresión de la solidaridad entre hermanos, y especialmente en un contexto crisis en Cuba que se hace comparable a la terrible reconcentración de Valeriano Weyler a quien todo indica que los actuales dictadores cubanos pretenden imitar.

Tristemente Dopico ha prestado su voz al guión de los represores del pueblo cubano y ha decidido ignorar, no solamente la realidad de miseria que viven los ciudadanos producto del sistema fracasado y opresivo, sino también el pedido de más de 15 mil familias en la Isla que han solicitado esa tan necesaria ayuda.

Por tal razón, el Instituto Patmos, rechaza categóricamente estas palabras que solo son y pueden ser palabras expresadas a título personal del Rev. Dopico. Como nosotros no solemos hablar a nombre de las iglesias y creyentes cubanos sin antes preguntarles, sometemos nuestra declaración a la rúbrica de todos los líderes religiosos que, a nombre de sus iglesias o ministerios, deseen sumarse a este rechazo, a tan excluyentes, irrespetuosas y faltas de ética cristiana, palabras del Rev. Dopico.

En la esperanza de que para Cuba y sus iglesias ya es hora, “porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra” (1 Juan 2:8b), nos unimos y firmamos la presente, el 14 de agosto de 2020, “Año del Señor”,
#OneOfUs

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