Incapaz de arrebatarle su independencia, el régimen cubano está tratando de arrebatarle a Luis Manuel Otero Alcántara su condición de artista para disfrazarlo de delincuente.
Lo acusan de desacato agravado, un cargo que podría acarrearle una condena de entre uno y tres años de cárcel, y también de ultraje a los símbolos patrios.
“El gobierno tiene una campaña de descrédito y, sobre todo, [para] aislarme de la sociedad”, le dijo Otero Alcántara a la reportera de Radio Martí Yolanda Huerga; “aislarme del montón de amigos que tengo, del montón de seguidores que tengo, tanto en las redes sociales como [entre los] artistas, el mundo de la cultura, el mundo de los intelectuales”.
A juzgar por las reacciones, está ocurriendo lo contrario.
Artistas, críticos y curadores de arte difundieron un video en el que se solidarizan con Otero Alcántara y explican por qué su condición de artista es incuestionable, acaso ahora más que nunca.
“No es la primera vez que funcionarios del gobierno cubano intentan desacreditar a sus críticos”, dice desde Estados Unidos la artista, escritora y profesora universitaria Coco Fusco en ese video. “Han hecho lo mismo con artistas y escritores de fama internacional como Reinaldo Arenas y Tania Bruguera”.
Trabaja con íconos religiosos y símbolos nacionales, igual que muchos otros artistas, explica Fusco. Usa la bandera cubana en sus performances, y ha sufrido desapariciones forzosas a manos de la policía en los últimos dos años, a veces durante horas y otras veces durante días.
“He escrito sobre la obra de Luis Manuel Otero Alcántara porque reconozco su importancia para el arte cubano”, añade la profesora. “Las calles de La Habana son su laboratorio, y los medios sociales son su abrigo. Es un artista autodidacta, pero así son muchos artistas de vanguardia en todo el mundo”.
No parece que el gobierno cubano haya cuestionado hasta ahora la obra de artistas autodidactas defensores de la revolución.
“El hecho de que ataques a un artista simplemente por decir un poema deja al régimen muy mal parado”, declaró Otero Alcántara en la entrevista con Radio Martí.
“Con la Bienal 00 ellos [los funcionarios del gobierno] se dieron cuenta de que mucha gente nos seguía, de que mucha gente ya no les hacía caso a sus cuentos de que éramos gusanos, de que somos contrarrevolucionarios”.
Habría que citar a Fidelio Ponce, René Portocarrero y Samuel Feijóo, que además creó un movimiento de artistas autodidactas alrededor de la revista Signos, con Chago Armada, entre otros, observa la artista Sandra Ceballos en su intervención en el video.
“Luisma no es un delincuente: es un artista transgresor, sí, pero inofensivo a la misma vez”, dice Ceballos mientras lee un texto escrito por ella. “Él está intentando abrir un espacio de tolerancia para la expresión de un pensamiento sincero. Lamentablemente, estamos rodeados de hipocresía”.
Desde Toronto, Canadá, la curadora independiente Catherine Sicot se suma a las muestras de apoyo a la obra artística del artista.
“He trabajado con Luis Manuel Otero Alcántara en numerosos proyectos en diferentes países entre 2014 y principios de 2018”, manifiesta Sicot, “y me impresiona mucho el trabajo de este artista autodidacta, [una condición] que es importante para mí”.
A su trabajo en la calle le fue añadiendo gradualmente nuevas capas metodológicas, y eso incluye mucha colaboración, dice la curadora. Sus prácticas van desde la soledad del estudio hasta trabajar con imágenes y palabras en internet.
Cita dos de los proyectos en los cuales trabajaron juntos --también con Yanelys Núñez Leyva--, primero en la Bienal de La Habana en 2015, Miss Tropicana, y luego en el Centre Georges Pompidou, en París, este último El Testamento Oculto de Fidel Castro.
“Solo espero que Luis siga trabajando y que sea descubierto por más y más público e instituciones de todo el mundo”, concluye Sicot.
Para el historiador de arte cubano Carlos Gámez, gracias a la experimentación y las búsquedas con diversos materiales, diferentes técnicas y temáticas, la obra de Otero Alcántara va camino a una cierta agudeza y madurez en la investigación antropológica.
Son temas sociopolíticos “que se convierten cada vez más en puntos de inflexión o de provocación que forman parte tanto de su personalidad como de su obra, porque su obra y su personalidad están básicamente unidas, son una suerte de extensión”, indica el historiador de arte.
De acuerdo con el artista, lo que está pasando no es más que una campaña general contra todo lo que sea independiente: músicos, artistas plásticos, teatristas.
“Ya ellos [los funcionarios del régimen] se dieron cuenta de que Luis Manuel no les tiene miedo y lo que quieren es ponerlo paranoico”, le dijo recientemente a RadioTelevisionMarti.com la periodista del diario digital 14yMedio, Luz Escobar.