La organización Archivo Cuba se unió a la lista de entidades y personalidades que cuestionanla nominación al Premio Nobel de la Paz de las delegaciones médicas cubanas enviadas al extranjero a combatir el coronavirus.
“Desde el 2009 investigamos el internacionalismo cubano, especialmente la exportación de servicios médicos, y conocemos de cerca las violaciones sistemáticas a los derechos laborales y humanos a los que son sometidos los trabajadores cubanos enviados a misiones al exterior”, indicó a Radio Televisión Martí, María Werlau, directora y fundadora de Archivo Cuba.
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En una misiva al Comité Noruego del Nobel, la organización, que tiene su sede en Miami, expuso el entramado de las llamadas misiones médicas y la explotación y acoso a que son sometidos los galenos, enfermeros y técnicos que las componen.
“Nos sentimos obligados a pedirle al Comité que examine las pruebas de que dicha brigada es parte de un esquema de trata de personas del Estado cubano que resumimos en una carta de cuatro páginas, dijo la directiva.
Aunque reconoce el trabajo de los profesionales de la salud cubanos, Archivo Cuba resaltó que estos no son más que “peones de una dictadura militar”.
“Destacando la encomiable atención que brindan los trabajadores médicos cubanos en el mundo, le hemos señalado al comité que en efecto son mercancía exportable que constituye la mayor fuente de ingreso de una dictadura militar que aparte de lucrar con ellos, los utiliza con fines políticos y geoestratégicos”, apuntó Werlau
Asimismo, “concluimos señalándole al Comité del Nobel que tomar en serio la nominación premiaría al Estado policial cubano por cometer una violación flagrante del derecho internacional. Sería una contradicción notoria con los objetivos del premio y con una ofensa tanto a los trabajadores esclavizados de Cuba como a su pueblo oprimido”.
Entre las normas y acuerdos del derecho internacional violadas por las delegaciones sanitarias cubanas se encuentran el Protocolo contra la trata de personas de 2003, la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, el Convenio 29 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre Trabajo Obligatorio, Convenio 95 de la OIT sobre la protección del salario, la Convención contra la Tortura y Otros Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes o Castigo.
En su carta, la organización sostuvo que, además, la exportación de estos profesionales daña a la población cubana”, aumentando el deterioro del sistema de salud de la Isla.
Pero la realidad, subrayó el mensaje de Archivo Cuba al Comité del Nobel es que la táctica de enviar sanitarios al extranjero “ofreció una oportunidad única para que el régimen cubano ganara dinero mientras expandía su influencia, obtención de lealtades, de asistencia económica, préstamos, mercados y alianzas políticas, promoviendo la idea de que Cuba es una potencia médica.
La campaña para la candidatura de la Brigada Médica Henry Reeve al Nobel obedece a una maniobra mundial impulsada por el régimen de La Habana que ha sido respaldada por intelectuales, artistas, políticos y ciudadanos de varios países, en su mayoría simpatizantes del castrismo, entre los que destacan el Premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel, el ex presidente de Ecuador Rafael Correa, la escritora Alice Walker, el cineasta Oliver Stone y el músico Tom Morello.