La Cumbre de Ginebra para los Derechos Humanos y la Democracia escuchó este miércoles el testimonio del artista cubano Hamlet Lavastida, quien permaneció varios meses prisionero de la Seguridad del Estado en Cuba.
El artista comenzó su discurso contando que en septiembre de 2021, las autoridades cubanas le hicieron firmar un documento para conseguir su salida de prisión a cambio del destierro, en el que afirmaba estar de acuerdo en permanecer en silencio, de no hablar del gobierno cubano o de su tiempo en prisión.
"Pero estoy aquí para contárselo todo", dijo el artista antes de comenzar su denuncia del régimen comunista, su creciente impopularidad entre las nuevas generaciones de cubanos y la arremetida contra los opositores, activistas y artistas en la isla.
Lavastida, de 38 años, estuvo 87 días encerrado en Villa Marista, el cuartel general de la Seguridad del Estado. Tras presiones de la policía política cubana que amenazó con condenarlo a 15 y 18 años de cárcel, el artista aceptó irse al exilio junto a su pareja, la escritora y activista Katherine Bisquet.
Lavastida explicó en la cumbre la evolución de Movimiento San Isidro y el grupo 27N, en la que los artistas han llegado a convertirse en una fuerza importante del activismo ciudadano y también contó detalles de los días de su encarcelamiento, los interrogatorios y las presiones de la Seguridad del Estado.
El artista denunció la cruzada represiva contra miles de manifestantes que salieron el 11 de julio a protestar pero afirmó que confía en que Cuba está más cerca de la democracia y que las figuras del régimen serán llevadas ante la justicia internacional.
"Hoy la sociedad cubana está en horror, pero el gobierno también está en pánico", concluyó.
La Cumbre de Ginebra se celebra tradicionalmente en vísperas de la principal sesión anual del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y reúne cada año a cientos de disidentes y víctimas de abuso de los derechos humanos, activistas, diplomáticos, periodistas y líderes estudiantiles.
