La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) lamentó el jueves el asesinato del manifestante opositor en Nicaragua Denis Madriz, cuyo cuerpo apareció con un impacto de escopeta cinco días después de su desaparición.
"La @CIDH lamenta profundamente su muerte y recuerda la obligación del Estado de #Nicaragua, especialmente con las víctimas, de administrar justicia, buscar la verdad y establecer responsabilidades por este y otros hechos de violencia, en un proceso oportuno e imparcial", señaló ese ente, adscrito a la Organización de Estados Americanos (OEA), en un tuit.
La CIDH indicó que la información pública "da cuenta de la muerte por heridas de arma de fuego de Denis Madriz" y que, según señala su familia, el joven se encontraba desaparecido desde el sábado 29 de septiembre.
La Policía de Nicaragua informó que capturó a dos sospechosos del asesinato del manifestante opositor.
La Policía señaló como sospechoso del crimen a Israel Augusto Madrigal Vallecillo, de 23 años, y a Walter José López Martínez, de 36.
Madriz, un joven de 28 años que no ocultaba su oposición al presidente Daniel Ortega, había desaparecido el sábado pasado y su cuerpo apareció en el Instituto de Medicina Legal (IML).
La mamá del manifestante, Ada Olivas, afirmó que las autoridades le dijeron que "falleció en una cirugía en el hospital, pero tiene dos balazos de escopeta".
La Policía nicaragüense, que confirmó este jueves la versión de los disparos, resaltó que inició investigaciones por petición de Olivas, quien contradijo la versión al decir que fueron las autoridades policiales las que ofrecieron "ayuda", misma que rechazó, insistió a los periodistas, durante el entierro.
"No quiero saber nada de la Policía", dijo la madre de la víctima.
Los familiares de Madriz y el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CPDH) creen que el asesinato se debe a "la represión del Gobierno hacia los ciudadanos que no comparten su ideología".
El mismo jueves más de 40 organizaciones opositoras nicaragüenses presentaron un acuerdo de unidad para definir una estrategia con el fin de lograr una salida pacífica a la crisis política.
Así, movimientos, organizaciones, fuerzas sociales, políticas y económicas de Nicaragua anunciaron la alianza Unidad Nacional Azul y Blanco y tiene entre sus objetivos articular acciones y actividades para continuar demandando al Gobierno un diálogo con el fin de lograr acuerdos que permitan superar la crisis sociopolítica que vive el país.
La nueva coalición asegura que desarrollará acciones conjuntas para presionar el regreso del mandatario a las negociaciones en el marcado del llamado Diálogo Nacional y un adelanto de elecciones con garantías de transparencia y observación internacional.
La oficina del Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) ha responsabilizado al Gobierno de Ortega por "más de 300 muertos", ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros, violencia sexual, entre otras violaciones a los derechos humanos.
Ortega niega ser responsable y sostiene que enfrenta un intento de "golpe de Estado".
Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, iniciaron el 18 de abril por unas fallidas reformas de la seguridad social, y dieron paso a una exigencia de renuncia debido a los centenares de muertos durante las manifestaciones.
[con información de agencia EFE, el diario El País y Diario Metro de Nicaragua]