Un camión con matrícula de Polonia embistió a una multitud en uno de los mercados navideños más concurridos de Berlín el lunes por la noche, causando al menos 12 muertos y 48 heridos.
Esto es lo que se sabe de lo ocurrido sobre lo que el gobierno alemán considera un "atentado terrorista", similar al cometido en Niza, Francia, el 14 de julio pasado, y cuyo autor podría seguir en fuga.
El grupo Estado Islámico (EI) reivindicó el martes por la noche el atentado afirmando que un "soldado del EI" cometió el ataque "en respuesta a los llamados para atacar a los ciudadanos de los países de la coalición internacional" anti EI, indicó Amaq, la agencia de propaganda de la organización yihadista.
La canciller alemana Angela Merkel confirmó el martes por la mañana que se trataba de un "acto terrorista". Poco antes, el ministerio del Interior ya había calificado de "atentado" la matanza perpetrada en el mercado navideño, incluso si por el momento no ha habido ninguna reivindicación o información sobre las eventuales motivaciones del ataque.
Todos los elementos apuntan en dirección a un atentado con camión kamikaze similar al ocurrido en Niza el día de la fiesta nacional francesa, que dejó 86 muertos y centenares de heridos. La policía berlinesa anunció el martes por la mañana que el conductor había embestido "deliberadamente" a la multitud.
El lunes por la noche hacia las 20H00 locales (19H00 GMT), un camión recorrió entre 50 y 80 metros atravesando uno de los mercados más visitados de Berlín, en el oeste de la capital alemana. A pocos días de las fiestas navideñas, se trata de un lugar muy frecuentado, especialmente por los turistas.
El último balance provisional es de 12 muertos y 48 heridos, 18 de gravedad, que sufren fracturas y hemorragias internas por el choque, según la prensa alemana. Seis víctimas fueron identificadas y son de nacionalidad alemana. Una testigo australiana indicó que había niños y personas mayores entre las personas que yacían en el suelo tras el paso del camión.
Basándose en un testimonio, la policía interrogó el lunes por la noche a dos kilómetros del lugar del drama a un hombre sospechoso de ser el conductor del vehículo: un paquistaní, de 23 años, según medios alemanes, llegado a Alemania por la ruta de los Balcanes en diciembre de 2015 y registrado en Berlín el pasado febrero como demandante de asilo.
Interrogado por los investigadores, el hombre negó ser el autor del ataque, indicó el ministro del Interior, Thomas de Maizière.
En una rueda de prensa poco tiempo después, el jefe de la policía berlinesa, Klaus Kandt, reconoció que sus servicios realmente "no estaban seguros" de que el detenido fuera el autor del ataque, por lo que el verdadero responsable podría seguir a la fuga.
"Se da el caso de que quizá tengamos a un peligroso criminal en la zona", advirtió Kandt.
Según los medios, el paquistaní interrogado era conocido por la policía por actos de delincuencia ordinaria, pero no de radicalismo islamista.
Se trata de un vehículo pesado que pertenece a una empresa de transporte polaca. La policía alemana cree que fue robado. El cuerpo sin vida del conductor polaco, asesinado con un arma de fuego, fue encontrado en el camión después del ataque, indicó el ministro del Interior. Pero la policía no encontró el arma utilizada.
El camión, proveniente de Italia, estaba cargado con 25 toneladas de productos metalúrgicos, indicaron los responsables de la empresa transportista. Al no poder recibir el pedido el lunes la compañía berlinesa, el conductor se disponía a pasar la noche en la capital para hacer la entrega el martes.
"Es mi primo, lo conocía desde la infancia. Pongo la mano en el fuego por él", dijo el dueño de la empresa polaca, Ariel Zurawski, a la AFP.