NUEVO LAREDO- La cifra de cubanos varados en la frontera mexicana con EEUU sobrepasa los 600 y la tendencia es a aumentar, con grupos que seguirán llegando procedentes de Tapachula, en la frontera sur, pese a que la entrada a Estados Unidos continúa cerrada.
Avanzan desde el sur para establecerse en la ciudad fronteriza con EEUU, donde cada hora que pasa la situación se complica, porque comienzan a escasear los locales para albergarlos a todos.
"Hasta ahora son 23 locales los dispuestos para albergar a los más de 600 cubanos, y no es suficiente", dijeron a Martí Noticias residentes en la región que están colaborando con los albergados.
Dos de las mujeres albergadas señalaron que han recibido mucha ayuda de los mexicanos, pero la realidad es que "estamos durmiendo en el piso en una iglesia que está en construcción, hay niños enfermos, tienen catarro porque la frialdad es muy grande".
Otro cubano varado en Nuevo Laredo advirtió que "en la región se puede formar una crisis humanitaria".
El pastor bautista Jesús Bernardino, que les abrió las puertas de su iglesia a 65 cubanos, explicó que hay 5 mujeres embarazadas y 15 menores de edad, entre ellos una bebé de nueve días de nacida nombrada Melania, como la primera dama de EEUU, Melania Trump.
Ninguna de las iglesias contempla como opción retirarles la ayuda, a pesar de que mantenerlos en esos locales con acceso al agua, alimentos, electricidad y otros tipos de ayuda cuesta un promedio de 800 y 1.000 dólares diarios.
Las donaciones siguen llegando y son una ayuda importante que procede de ciudadanos de Laredo, de otras iglesias y desde Estados Unidos. Con lo recaudado se les ha podido dar atención a los que esperan por una respuesta que les permita cruzar la frontera estadounidense, explicó el pastor.
Todos tienen cifradas sus esperanzas en el actual presidente Donald Trump, y permanecen a la espera de una solución que no contemple el regreso de a Cuba.
Cubanos consultados por Martí Noticias reiteraron que abandonaron la isla "en busca de libertad y de un futuro mejor para sus hijos", y pese a la angustia aún mantienen la esperanza de obtener asilo político.