Amanece y decenas de migrantes cubanos se reúnen en la Plaza Benito Juárez, en ciudad fronteriza Nuevo Laredo, a la espera de un milagro.
Todos quieren llegar a Estados Unidos, pero la mayoría arribó a la zona limítrofe después del 12 de enero, día en que el expresidente estadounidense Barack Obama puso fin a la normativa migratoria conocida como “pies secos/pies mojados”.
Algunos llevan camisetas blancas con letreros rojos o negros en los que se pueden leer textos como: “Huimos de la dictadura”, “Territorio libre de comunismo” o “Cubanos for Freedom”.
“Pienso que debemos esperar una respuesta del actual presidente de la Casa Blanca, que es quien puede volver a instalar esta política que derogó el presidente (Barack) Obama“, dijo Aylin Cruz, una opositora cubana que está entre los migrantes varados en Nuevo Laredo.
Tras dar a conocer la medida ejecutiva, Obama dijo que el equipo de transición de Donald Trump había sido informado de la decisión previo a ser pública. La pasada semana, el portavoz de Trump explicó que estaban bajo revisión las políticas de la Casa Blanca hacia Cuba.
Muchos de los cubanos varados en Nuevo Laredo se preguntan por qué tuvo que ocurrir esto, mientras se debaten en medio de la incertidumbre y la certeza de no querer regresar a Cuba.
“(Barack Obama) nos dejó desamparados, todo el mundo salió de Cuba con un solo fin, con un solo objetivo que era llegar al país de la libertad y miren lo que nos hemos encontrado, a mitad, en las puertas ya del país de la libertad“, dijo José A. Fuentes, otro cubano varado en Nuevo Laredo.
La emigración cubana hacia Estados Unidos ha sido imparable en las últimas cinco décadas, con unos períodos más críticos que otros. El más reciente éxodo se disparó tras el anuncio del restablecimiento de las relaciones entre La Habana y Washington a fines del 2014.
Las autoridades comunistas han culpado a Estados Unidos de incentivar la emigración ilegal por sus políticas migratorias que hasta ahora beneficiaron a miles de personas cada año.
"Regresar a Cuba no es una opción viable"
La decisión de Obama, -poco antes de dejar la Casa Blanca-, sorprendió a todos. Su gobierno había reiterado que la política migratoria hacia Cuba no estaba en discusión.
“Necesitamos que las personas que están de lado de allá, que entraron igualito que todos nosotros a Estados Unidos, que están luchando por lo que nosotros luchamos, nos apoyen. Ellos tienen la fuerza, el poder ahora dentro de ese gobierno”, dijo. Usaba una camiseta blanca en que se puede leer “Necesitamos apoyo republicano”.
Los asisten iglesias y grupos humanitarios que les ofrecen desayuno y almuerzo cada día.
Consultados por Martí Noticias, cubanos varados en Nuevo Laredo descartan volver a Cuba.
“En este momento quedamos como apátridas, todos sabemos que regresar a Cuba no es una opción viable. Todos sabemos lo que nos pasaría si retornásemos a cuba. No nos abren las puertas en los Estados Unidos y estamos acá creándole un conflicto al pueblo mexicano“, dijo Hermes Cruz.
Idania Laurence, también en Nuevo Laredo, fue más radical: “En mi cabeza no está la deportación. Te lo juro que prefiero morir a volver a Cuba”.