El primer ministro de Bahamas, Philip Davis, anunció este miércoles que su gobierno está renegociando los contratos laborales con Cuba y que a partir de ahora todos los trabajadores extranjeros vinculados a programas estatales recibirán sus salarios directamente, sin intermediación de La Habana.
La medida llega en medio de crecientes tensiones diplomáticas con Estados Unidos, tras las denuncias del secretario de Estado, Marco Rubio, quien calificó las misiones médicas cubanas como una forma de “trabajo forzado” y anunció sanciones de visado contra funcionarios que participen en dichos esquemas.
“Si hay trabajo forzado con los cubanos en nuestro país, no tenemos evidencia de ello”, dijo Davis a la prensa tras regresar de Washington, donde sostuvo un encuentro con Rubio. “Pero si descubrimos algo, será corregido”.
Señales de trabajo forzado
El primer ministro reconoció que ciertos elementos podrían interpretarse como indicadores de trabajo forzado, como la retención de pasaportes o el hecho de compartir salarios con un gobierno extranjero.
“Compartir el salario de un empleado con un gobierno podría percibirse de esa forma”, señaló Davis, al admitir que este modelo, aunque no es nuevo, está bajo escrutinio internacional.
El contrato filtrado por la organización Archivo Cuba reveló que el 84% al 92% del salario pagado por el gobierno bahameño por servicios de profesionales cubanos era transferido a una entidad estatal cubana, mientras que los trabajadores recibían entre $990 y $1,200 mensuales. El documento fue considerado por el Miami Herald como una confirmación de las denuncias de trabajo forzado.
¿Una práctica del pasado?
Davis comparó este sistema con el llamado “Contrato” bajo el cual bahameños trabajaban en Estados Unidos en el pasado, entregando parte de sus salarios al gobierno británico. Sin embargo, reconoció que “hoy ese concepto se ve como parte de un patrón de trabajo forzado”, y prometió corregirlo.
“Cualquiera que contratemos, le pagaremos directamente a su cuenta”, aseguró.
Silencio sobre contrato filtrado
El primer ministro evitó confirmar la autenticidad del contrato revelado por la prensa y no respondió si su gobierno planea hacer públicos los acuerdos con Cuba. No obstante, afirmó que están revisando todos los memorandos de entendimiento con La Habana y otros países como Filipinas.
Durante el encuentro regional con Rubio en Washington, el senador cubanoamericano pidió a los gobiernos del Caribe asegurar que los trabajadores extranjeros no estén sujetos a condiciones de coerción.
Una red internacional bajo sospecha
Las misiones médicas han sido denunciadas repetidamente por organismos de derechos humanos. María Werlau, directora de Archivo Cuba, reveló que los profesionales cubanos no solo entregan parte de sus salarios, sino que son obligados a participar en actos políticos y monitoreados por agentes del régimen.
“Si esto no es trata de personas, ¿qué lo es?”, cuestionó Werlau en entrevistacon Martí Noticias. La investigadora también documentó cómo en algunos países los médicos deben transferir dinero a cuentas bancarias específicas en Cuba, aunque el pago haya sido hecho directamente por los gobiernos anfitriones.
Werlau pidió a EE.UU. y a los países del Caribe hacer públicos todos los contratos firmados con el régimen cubano. “La transparencia es clave para saber si los trabajadores están siendo víctimas de coerción”, insistió.
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