Treinta y tres balseros llegaron en una embarcación construida por ellos mismos a las playas de Bajamar, en la barra de Chamelecón, Puerto Cortés en Honduras. Habían hecho su primera parada en la isla de Gran Caimán, donde se abastecieron de agua y alimentos. Uno de ellos, Roberto, de 32 años, no soportó más el hambre y la desesperación y se lanzó al mar. ESTA GALERIA ES CORTESIA DEL DIARIO LA PRENSA.