Los 25 contenedores con equipo bélico ocultos en un barco norcoreano procedente de Cuba y detenido en Panamá desde el 10 de julio fueron trasladados a un "lugar estratégico", en el que serán inspeccionados por una misión de la ONU que se espera llegue hoy al país centroamericano, informó la agencia Efe.
"La carga fue llevada a un lugar cerrado, estratégico, donde ellos (los técnicos de la ONU) van a llevar a cabo la revisión (...) son 25 contenedores", afirmó a la agencia de noticias el director del Servicio Nacional Aeronaval (Senan) de Panamá, el comandante Belsio González.
La delegación de las Naciones Unidas, integrada por al menos seis personas, llegará este lunes cerca de las 22.00 hora local (02.00 GMT del martes) a Panamá.
A lo largo de esta semana inspeccionará el arsenal, que Cuba ha dicho le pertenece y que está "obsoleto", con el objetivo de determinar sus condiciones y si se han violado las resoluciones del Consejo de Seguridad que prohíben a Corea del Norte importar o exportar armamento.
Los técnicos de las Naciones Unidas "van a ir a diferentes lugares: a (el puerto de) Manzanillo a inspeccionar el barco (porque) quieren ver, conocer el barco, dónde estaba la carga, todas esas cuestiones", añadió el comandante del Senan.
El mercante de bandera norcoreana "Chong Chon Gang" permanece en el puerto de Manzanillo de Colón, en la costa del Caribe y a unos 80 kilómetros de la capital panameña, mientras que los más 200.000 sacos de azúcar bajo los cuales se escondió el arsenal se ha trasladado a unos depósitos en la provincia central de Coclé.
El desembarco del azúcar y de los contenedores involucró a 900 personas pertenecientes a los organismos de seguridad de Panamá, en una operación bautizada como "Armagedón" y que se prolongó durante casi un mes.
Las labores fueron realizadas en condiciones "miserables", como las ha calificado el ministro panameño de Seguridad, José Raúl Mulino, debido a que la tripulación supuestamente saboteó los sistemas del barco y todos los sacos se tuvieron que evacuar a hombros, de acuerdo con la versión oficial.
Las autoridades panameñas han señalado que la tripulación del mercante norcoreano opuso resistencia a la revisión de la nave, que se realizó en principio bajo la sospecha de que transportaba drogas, y que incluso el capitán intentó suicidarse cortándose el cuello, aunque solo logró hacerse una pequeña herida.
Los 35 tripulantes, todos norcoreanos, permanecen detenidos en la antigua base aeronaval de Sherman, en Colón, en una zona acondicionada con áreas de juego y televisores, y fueron imputados por la Fiscalía del delito de atentar contra la seguridad pública, que implica penas de hasta 12 años de prisión.
El Gobierno norcoreano, con el que el país centroamericano no tiene relaciones diplomáticas, envió una "nota verbal" a Panamá en la que pidió "acceso consular" a la tripulación como "un gesto humanitario", según informó el viernes pasado a Efe una fuente oficial panameña.
En la "nota verbal" Corea del Norte planteó la búsqueda de una salida "diplomática" al incidente con el barco, pero Panamá "respondió que mientras no se conozca el informe final de los inspectores enviados por el Consejo de Seguridad, no hay salida diplomática", aseguró este lunes a Efe la misma fuente.
El Ministerio Público, que encabeza la investigación de la carga en Panamá, informó a través de un comunicado que el domingo, tras la descarga de todos los contenedores, se encontraron "varios misiles en piezas del tipo SA2, y SA3".
Esos equipos se suman a las piezas de aviones caza, dos sistemas de misiles antiaéreos y sus equipos de guía, explosivos, granadas RPG, cohetes de corto alcance, municiones y al menos seis camiones de comando y control de misiles hallados desde el 15 de julio.
El Gobierno de Raúl Castro, aseveró que el cargamento hallado en el mercante norcoreano se compone de "dos complejos coheteriles antiaéreos Volga y Pechora, nueve cohetes en partes y piezas, dos aviones Mig-21 Bis y 15 motores de ese tipo" de aeronave, todos de fabricación rusa y de la década de 1950.
"La carga fue llevada a un lugar cerrado, estratégico, donde ellos (los técnicos de la ONU) van a llevar a cabo la revisión (...) son 25 contenedores", afirmó a la agencia de noticias el director del Servicio Nacional Aeronaval (Senan) de Panamá, el comandante Belsio González.
La delegación de las Naciones Unidas, integrada por al menos seis personas, llegará este lunes cerca de las 22.00 hora local (02.00 GMT del martes) a Panamá.
A lo largo de esta semana inspeccionará el arsenal, que Cuba ha dicho le pertenece y que está "obsoleto", con el objetivo de determinar sus condiciones y si se han violado las resoluciones del Consejo de Seguridad que prohíben a Corea del Norte importar o exportar armamento.
Los técnicos de las Naciones Unidas "van a ir a diferentes lugares: a (el puerto de) Manzanillo a inspeccionar el barco (porque) quieren ver, conocer el barco, dónde estaba la carga, todas esas cuestiones", añadió el comandante del Senan.
El mercante de bandera norcoreana "Chong Chon Gang" permanece en el puerto de Manzanillo de Colón, en la costa del Caribe y a unos 80 kilómetros de la capital panameña, mientras que los más 200.000 sacos de azúcar bajo los cuales se escondió el arsenal se ha trasladado a unos depósitos en la provincia central de Coclé.
El desembarco del azúcar y de los contenedores involucró a 900 personas pertenecientes a los organismos de seguridad de Panamá, en una operación bautizada como "Armagedón" y que se prolongó durante casi un mes.
Las labores fueron realizadas en condiciones "miserables", como las ha calificado el ministro panameño de Seguridad, José Raúl Mulino, debido a que la tripulación supuestamente saboteó los sistemas del barco y todos los sacos se tuvieron que evacuar a hombros, de acuerdo con la versión oficial.
Las autoridades panameñas han señalado que la tripulación del mercante norcoreano opuso resistencia a la revisión de la nave, que se realizó en principio bajo la sospecha de que transportaba drogas, y que incluso el capitán intentó suicidarse cortándose el cuello, aunque solo logró hacerse una pequeña herida.
Los 35 tripulantes, todos norcoreanos, permanecen detenidos en la antigua base aeronaval de Sherman, en Colón, en una zona acondicionada con áreas de juego y televisores, y fueron imputados por la Fiscalía del delito de atentar contra la seguridad pública, que implica penas de hasta 12 años de prisión.
El Gobierno norcoreano, con el que el país centroamericano no tiene relaciones diplomáticas, envió una "nota verbal" a Panamá en la que pidió "acceso consular" a la tripulación como "un gesto humanitario", según informó el viernes pasado a Efe una fuente oficial panameña.
En la "nota verbal" Corea del Norte planteó la búsqueda de una salida "diplomática" al incidente con el barco, pero Panamá "respondió que mientras no se conozca el informe final de los inspectores enviados por el Consejo de Seguridad, no hay salida diplomática", aseguró este lunes a Efe la misma fuente.
El Ministerio Público, que encabeza la investigación de la carga en Panamá, informó a través de un comunicado que el domingo, tras la descarga de todos los contenedores, se encontraron "varios misiles en piezas del tipo SA2, y SA3".
Esos equipos se suman a las piezas de aviones caza, dos sistemas de misiles antiaéreos y sus equipos de guía, explosivos, granadas RPG, cohetes de corto alcance, municiones y al menos seis camiones de comando y control de misiles hallados desde el 15 de julio.
El Gobierno de Raúl Castro, aseveró que el cargamento hallado en el mercante norcoreano se compone de "dos complejos coheteriles antiaéreos Volga y Pechora, nueve cohetes en partes y piezas, dos aviones Mig-21 Bis y 15 motores de ese tipo" de aeronave, todos de fabricación rusa y de la década de 1950.