El secretario de Estado de EEUU Antony Blinken, en su segundo día en Ucrania, visitó el jueves una unidad de desminado que trabaja para limpiar 45.000 metros cuadrados de municiones sin detonar en Chernihiv. Parte del terreno había sido una granja de cultivo de maíz y sólo una quinta parte ha sido talada.
“Cuando se limpian las tierras de cultivo, en realidad se permite que Ucrania una vez más ayude a alimentar al resto del mundo. Sabemos que, según algunas estimaciones, las tierras de cultivo en Ucrania que han sido contaminadas por minas terrestres o artefactos explosivos sin detonar habían estado alimentando a 81 millones de personas en todo el mundo", declaró Blinken durante la visita.
Blinken también hizo una visita al ejército de Ucrania el jueves para evaluar una contraofensiva de tres meses de Ucrania y señalar el apoyo continuo de Estados Unidos a la lucha. Visitó un búnker utilizado por el ejército donde se le mostraron chalecos antibalas, armas y vehículos militares.
El miércoles, Blinken anunció un nuevo paquete de ayuda de mil millones de dólares a Ucrania. Este incluye hasta 175 millones de dólares para reponer las fuerzas ucranianas con armamento, 100 millones de dólares para apoyo militar a largo plazo, 90 millones de dólares para ayudar en los esfuerzos de desminado, 300 millones de dólares para apoyar los esfuerzos de aplicación de la ley, 200 millones de dólares para esfuerzos de transparencia y anticorrupción y 200 millones de dólares para asistencia humanitaria.
Ademas, anunció que Washington estaba transfiriendo a Ucrania 5,4 millones de dólares en "activos incautados a oligarcas rusos sancionados, que ahora se utilizarán para apoyar a los veteranos militares ucranianos".
En Rusia, el portavoz del Kremlin Dmitry Peskov calificó ese plan de ilegal añadiendo que "tan pronto como se presente una oportunidad, defenderemos nuestros derechos".
Peskov dijo que algunos empresarios rusos ya habían obtenido sentencias judiciales en países europeos que declaraban ilegales tales transferencias.
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