El buque norcoreano "Chong Chon Gang" zarpó este sábado hacia La Habana con 32 de sus 35 tripulantes, tras estar detenido siete meses en aguas panameñas por tratar de cruzar el Canal de Panamá con armas cubanas sin declarar.
La cancillería precisó, en un comunicado, que la embarcación salió a las 8 y 30 de la mañana del puerto de Colón hacia Cuba, con 32 marinos, luego de que exámenes de la Cruz Roja determinaron que la "tripulación se encuentra en buen estado de salud para viajar".
Los otros tres tripulantes -capitán, primer oficial y secretario político de la nave- enfrentarán en Panamá cargos por tráfico de armas, cuya pena máxima es de 12 años de prisión; en tanto que las armas están bajo custodia policial mientras una autoridad judicial decide lo que se hará con ellas.
"Ya el barco zarpó con destino a La Habana. Los marineros están felices porque por fin se acabó esta historia donde han perdido siete meses de su vida", confirmó a la AFP el abogado Julio Berríos, que asistía a la tripulación.
El buque se encontraba fondeado frente a Fuerte Sherman, una antigua base estadounidense donde la tripulación permaneció todo este tiempo detenida.
"Han estado en perfecto estado y se van con buena salud", aseguró a AFP Jaime Fernández, presidente de la Cruz Roja panameña, quien los visitó varias veces durante su cautiverio.
Según Berríos, el carguero requiere reparaciones que se le terminarán de hacer en Cuba, donde será nuevamente cargado con azúcar para llevarla a Corea del Norte a través del Canal de Panamá.
Crónica del hallazgo
El caso tensó las relaciones con Cuba, que reconoció la propiedad del arsenal, pero argumentó que era "defensivo" y "obsoleto". Corea del Norte aseguró que se trató "de un contrato legítimo" para reacondicionar las armas cubanas.
En agosto, expertos de Naciones Unidas visitaron Panamá para determinar si fueron violadas resoluciones del embargo sobre armas impuesto en 2006 a Pyongyang, pero aún no divulga sus conclusiones. Según Panamá, en un informe preliminar el organismo señala que sí se violaron.
El buque fue interceptado, bajo sospechas de que transportaba droga, el 10 de julio de 2013, cuando trataba de cruzar el Canal de Panamá; pero cuando las autoridades lo registraron descubrieron armamento cubano sin declarar, escondido en contenedores bajo toneladas de sacos de azúcar.
Las autoridades panameñas subastarán el azúcar, mientras que se espera la decisión judicial sobre las toneladas de armamento -partes de aviones Mig-21, lanzaderas antimisiles y vehículos de uso militar-.
Por poner en riesgo la seguridad del Canal de Panamá, el barco fue multado con un millón de dólares pero, tras ser rebajado el monto, los norcoreanos pagaron unos 693.333 dólares. El pasado martes, quedaron en libertad 32 de los 35 tripulantes.
La cancillería precisó, en un comunicado, que la embarcación salió a las 8 y 30 de la mañana del puerto de Colón hacia Cuba, con 32 marinos, luego de que exámenes de la Cruz Roja determinaron que la "tripulación se encuentra en buen estado de salud para viajar".
Los otros tres tripulantes -capitán, primer oficial y secretario político de la nave- enfrentarán en Panamá cargos por tráfico de armas, cuya pena máxima es de 12 años de prisión; en tanto que las armas están bajo custodia policial mientras una autoridad judicial decide lo que se hará con ellas.
"Ya el barco zarpó con destino a La Habana. Los marineros están felices porque por fin se acabó esta historia donde han perdido siete meses de su vida", confirmó a la AFP el abogado Julio Berríos, que asistía a la tripulación.
El buque se encontraba fondeado frente a Fuerte Sherman, una antigua base estadounidense donde la tripulación permaneció todo este tiempo detenida.
"Han estado en perfecto estado y se van con buena salud", aseguró a AFP Jaime Fernández, presidente de la Cruz Roja panameña, quien los visitó varias veces durante su cautiverio.
Según Berríos, el carguero requiere reparaciones que se le terminarán de hacer en Cuba, donde será nuevamente cargado con azúcar para llevarla a Corea del Norte a través del Canal de Panamá.
Crónica del hallazgo
El caso tensó las relaciones con Cuba, que reconoció la propiedad del arsenal, pero argumentó que era "defensivo" y "obsoleto". Corea del Norte aseguró que se trató "de un contrato legítimo" para reacondicionar las armas cubanas.
En agosto, expertos de Naciones Unidas visitaron Panamá para determinar si fueron violadas resoluciones del embargo sobre armas impuesto en 2006 a Pyongyang, pero aún no divulga sus conclusiones. Según Panamá, en un informe preliminar el organismo señala que sí se violaron.
El buque fue interceptado, bajo sospechas de que transportaba droga, el 10 de julio de 2013, cuando trataba de cruzar el Canal de Panamá; pero cuando las autoridades lo registraron descubrieron armamento cubano sin declarar, escondido en contenedores bajo toneladas de sacos de azúcar.
Las autoridades panameñas subastarán el azúcar, mientras que se espera la decisión judicial sobre las toneladas de armamento -partes de aviones Mig-21, lanzaderas antimisiles y vehículos de uso militar-.
Por poner en riesgo la seguridad del Canal de Panamá, el barco fue multado con un millón de dólares pero, tras ser rebajado el monto, los norcoreanos pagaron unos 693.333 dólares. El pasado martes, quedaron en libertad 32 de los 35 tripulantes.