Como ocurre contra muchas de las manifestaciones artísticas que canalizan el descontento popular, las clavijas del poder y la propaganda del Partido Comunista de Cuba -con su Departamento Ideológico a la cabeza- atajaron como pudieron a los raperos sublevados, aquellos que poetizaron y dejaron en números rojos lo que habían sido la Nueva Trova y la canción protesta.
El rap cubano empezó a dar señales de declive a mediados de la década del 2000, cuando el reguetón se abrió paso con letras más pegajosas, poco cuestionadoras y fin de cuentas... bailable.
Los objetores de conciencia en el poder advirtieron un nuevo cimarronaje en la cultura Hip-Hop.
Una de las voces autorizadas de la promoción y producción musical en Cuba, Juan de Marcos González, se refirió el año pasado a la hipótesis que hace rato estaba en boca de todos: el reguetón habría funcionado como una fuerza de choque contra el rap.
Respondiendo a un comentario del multiinstrumentista Yalil Guerra, González –conocido por su labor frente a la banda Buena Vista Social Club- el experto aseguró: “(…) resulta bastante probable que el Reggaeton sea también un arma sociológica utilizada por las elites o con el beneplácito de las mismas como un medio de control de las masas jóvenes”.
“Tal vez estoy errado (o herrado) pero creo que en cierta medida el Raggaeton fue utilizado en nuestro país en ciertos momentos para aniquilar un Rap contestatario que podía irse de las manos”, manifestó el importante músico.
“No hay relación con el poder”, responde Aldo, líder de Los Aldeanos, en una entrevista para el portal Cubaencuentro que data de 2009. Hasta ese entonces el dúo se presentaba en el centro nocturno El Barbarán, sin que aún la censura le tendiera el cerco total.
“Aquí todo lo mezclan con política: el deporte, la música. Que mi grupo se presente a cantar en determinado lugar es un problema político, porque no tenemos las mismas condiciones que otras personas que están en el poder. No defendemos lo mismo; hay gente que defiende un puesto o una causa, nosotros defendemos a Los Aldeanos”, explicaba así quien aún le faltaba un lustro para radicarse fuera del país.
El organizador del principal evento de esta música en Cuba, Rodolfo Rensoli, habló al sitio digital estatal La Jiribilla sobre el declive del género musical y cómo llegaron a su fin las ediciones del hoy mítico Festival de Rap. La estrategia fue crear la Agencia Cubana de Rap (ACR), que incluyó la promoción y comercialización, pero también, aseguran otros, trajo mayor control.
“Entonces me buscaron para que fuera parte de la Agencia, pero yo me sentí como que iban a absorber un poco mi experiencia, y no iba a ser útil. Y yo me siento más útil en las comunidades, de verdad. Yo creo que si hay un reverdecer (del rap cubano) debe ser desde las comunidades desfavorecidas, que es donde está el sustrato del hip hop, aquí y donde quiera”, respondió Rensoli.
Hostigamiento, detención, barrotes
Dos jóvenes raperos cumplen prisión por sus acciones contestatarias contra las autoridades cubanas. Se trata de Maykel Castillo “El Osorbo” y Lázaro Leonardo Rodríguez Betancourt “Pupito MC” (también conocido como Pupito en Sy), quienes además sufren amenazas y hostigamiento como medida complementaria a las sanciones judiciales.
“El Osorbo” se pronunció contra el Decreto 349 en un concierto en el espacio habanero de La Madriguera, en septiembre de 2018; el pasado mes de abril el autor de “Por ti, señor” recibió una condena de 18 meses de cárcel bajo el supuesto delito de atentado.
Betancourt, conocido como “Pupito MC”, fue detenido de forma violenta en la capital cubana en noviembre de 2018. Lo acusan de atentado y cohecho, por lo que ha llegado incluso a coserse la boca a manera de protesta contra una medida que considera arbitraria.
En octubre de 2014, el Tribunal Provincial de Bayamo condenó a 5 años de cárcel al rapero Ángel Yunier Remón, conocido como “El Crítico”. Remón se había unido a la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), sus temas eran cada vez más ácidos contra la represión y falta de asideros de la juventud, y en un altercado con un oficial de la policía política resultó acusado de atentado.
En febrero de 2018, el cienfueguero Henry Laso “El Encuyé”, fue acusado de atentado en una discusión con un oficial de la policía. En junio fue puesto en libertad, pero obligado a cumplir 30 días en un hospital siquiátrico que lo llevó a centros hospitalarios en La Habana (Mazorra), Holguín y Sancti Spíritus, hasta que salió en libertad en agosto de ese año.
El 20 octubre de 2018 -precisamente cuando las instituciones celebran el Día de la Cultura Cubana- el rapero Geomaris Torres "Ikaro MC", fue golpeado por organizadores de un concierto en Santiago de Cuba, según entrevista en video publicada por UNPACU.
"Me apagaron el micrófono, me dicen que me baje y me bajé (...). me apagan el micrófono porque venía la otra (estrofa) 'Hay ratas en el callejón/ es muy difícl vivir sin libertad", relata Torres mientras muestra heridas en la mandíbula y mallugones en la cara.
"Libertad, clama mi pueblo con dolor/ Libertad, mis hijos no pasarán por lo que pasé yo/ Libertad: todo el mundo con el puño arriba". Ikaro MC “Libertad”, La Armada. 2016.
El santiaguero (hoy en el exilio en Trinidad y Tobago) Omar Sayut Taquechel ofrecía sus presentaciones por medio de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), pero al ligarse a la UNPACU se quedó sin tribuna ni lugar para la actuación.
Los temas de “Don Sayut” van desde la más descarnada denuncia contra el régimen hasta las más elementales exigencias sociales. Como opositor, Sayut fue víctima de golpizas, arrestos arbitrarios y acoso policial.
Puños arriba, muchachos
Los Aldeanos (Bian Oscar Rodríguez Gala "El B" y Aldo Roberto Rodríguez Baquero "El Aldeano") quizás son los que más alcance tuvieron en el público joven de la isla. Su efervescencia coincidió con la expansión de las nuevas tecnologías de la información, las diversas plataformas de publicación y la explosión de las redes sociales.
Desde sus comienzos, el 27 de febrero de 2003, hasta el último concierto en 2013, Los Aldeanos armaron una especie de banda sonora de la guerrilla cultural urbana.
“Liberen la verdad cautiva/ no se detengan, sigan/ El rap es guerra/ quieren que llenen nuestros demos de canciones movidas…” (El rap es guerra. Los Aldeanos Feat. Papá Humbertico, El Discípulo y Anderson, 2009. Dir: Papá Humbertico. CD El Atropello).
“Bayamo en candela ardiste/ ya a esta altura ¿quién te asusta?/ trovador sin esta nota, corneta, toca a degüello/ (…) soy crítico, no soy yeyo/ transito la calle ‘el medio y prendido sigo en la hoguera”, se adelantaba El Crítico a la sanción que le esperaba por su integración al movimiento opositor.
De los más líricos, Raudel Collazo “Escuadrón Patriota” ahonda con sus textos las ruinas del país y anima a tomar conciencia ante lo que califica como abusos, atropellos, humillaciones que tocan en ración casi pareja a los cubanos.
“(…) la herida sangra y creen que mueren/ quieren gritar su dolor, pero no pueden/ porque el terror impuesto le arranca lo poco que tienen. / (…) ¿Por qué reprimen al que libre quiera ser? / Desde sus despachos la realidad no la pueden oler/ la tristeza de este país no la van a comprender (…)". Decadencia, 2009.
Aún encerrado en la prisión del kilómetro 5 ½ de Pinar del Río, “El Osorbo” defiende lo que dijo en sus temas musicales. Desde allí sigue denunciando por medio de sus amigos las duras condiciones carcelarias que sufren todos, políticos y presos comunes.
En el tema “Por ti, señor”, que subió a YouTube, aparece la figura de Fidel Castro transparentada en la miseria del pueblo cubano y es al dictador a quien le canta y acusa: “(…) por ti también mi caimán se siente triste/ tú fuiste el que prometiste lo que no cumpliste/ por culpa suya mi nación se siente triste/ (…) usted mató a tantas gente que ni el Señor lo perdona/ usted es un compulsivo asesino de alto calibre/ usted mató la esperanza de mi pueblo por ser libre”.
Con una larga carrera en el arte urbano, David D' Omni, integrante del proyecto Omni-Zona Franca, ha estado atento al pulso de su comunidad. Alamar y cualquier rincón de La Habana le han servido para impulsar su lírica contestataria.
Desde que un grupo de artistas promovieran la campaña contra el decreto 349, que atenazó legalmente la creación artística y debió de entrar en vigor en diciembre de 2018, David se unió a ellos.
En el tema "Atrévete y verás" deja su poética de la rebeldía: "Atrévete y verás/ cuando te zafes de la soga, esa que te ahoga por tratar de quedar bien con los demás/ cuando te salgas de lo establecido/ y te conviertas en algo prohibido, ya lo verás (...) vas a pagar el precio/ sobre tus hombros vas a llevar el peso de tu libertad".