La periodista independiente Camila Acosta fue puesta en libertad este martes tras una breve retención y, según ha denunciado, se encuentra presa arbitrariamente en la casa de un amigo que le ha brindado alojamiento.
“Hoy fui arrestada por la Seg. del Estado #Cuba. Están presionando a la familia de Fabio Corchado, amigo que me ha dado techo después de ser desalojada y, para ello, tienen preso a su hermano,Víctor M Glez; quieren que ellos me echen de la casa. Continúo en reclusión domiciliaria”, escribió en Twitter la corresponsal en La Habana del diario español ABC.
El Gobierno de España reprobó este martes la nueva detención de Acosta. La portavoz del Palacio de la Moncloa, Isabel Rodríguez, dijo que su gobierno defiende los Derechos Humanos y la libertad de prensa.
Preguntada si estas acciones deberían hacer que se considere a Cuba como una dictadura, la funcionaria se mostró esquiva y respondió:
«A ver como se lo digo, en un país en el que se agreden estos derechos no se concibe la democracia», según reseñó el rotativo ABC.
González se encuentra en la sede de la policía política (DSE) conocida como Villa Marista.
“Están usando a su familia, el objetivo es que me eche de su casa y supongo, también, que estén tratando de construir algún delito para imputarlo”, dijo a Radio Televisión Martí la también reportera del portal digital Cubanet.
Pero su amigo Fabio Corchado, residenciado en Calzada y L, Vedado, no tiene intención de dejar a Acosta en la calle.
“Camila Acosta va a salir de mi casa cuando ella decida. Conozco muy bien el brazo represor del régimen, pues tienen el poder de aplastar y hasta acabar con la vida de las personas, pero nosotros tenemos de nuestro lado la verdad, el valor y el corazón”, dijo Corchado a Cubanet.
“El hermano de Fabio, que no vive aquí pero que vino a visitar, fue arrestado este lunes en la mañana. Nos percatamos porque no respondía el teléfono, no aparecía por ninguna parte. Salí a exigir que lo soltaran y me detuvieron”, relató Acosta.
El detenido, informático de profesión, se encuentra en Villa Marista, y su madre fue avisada para que le llevara productos de aseo.
“Su madre fue a Villa Marista y le dijeron que se encuentra detenido porque tiene problemas políticos y porque, supuestamente, yo le había entregado una memoria flash con videos de las manifestaciones para que los subiera a las redes, lo cual es totalmente falso. Pero, en caso que se la hubiese dado, el Código Penal no dice que eso es un delito”, sentenció la periodista.
La comunicadora independiente informó, además, de su prisión domiciliaria “forzosa” (10 días) luego de pasar 4 días en un calabozo, incomunicada, en las unidades 4ta y 10ma de la policía, después que reportó las incidencias del levantamiento popular del pasado 11 de julio. Por eso, ha sido acusada de desorden público.
El día de su arresto, sin orden judicial alguna, agentes de la policía política la desalojaron del hospedaje y efectuaron un registro. Ocuparon dos teléfonos, dos laptops, memorias flash, un disco duro, una tableta, así como documentos, libros y 20,000 pesos cubanos.
En cuatro días de retención fue sometida a largos interrogatorios, 2 por día, según su denuncia, y fue liberada el viernes 16.
Hasta el momento, Acosta no ha podido hacer los trámites permitentes para conseguir ayuda legal. “No tengo abogado, tengo que ir a contratarlo, pero si tengo vigilancia 24 horas y no me permiten salir, tampoco podré contratar a un abogado”.
Tampoco ha sido informada de la fecha en que se celebrará el juicio.
“No soy libre, todo lo contrario; estoy en espera de juicio”, indicó la reportera en Twitter con el hashtag #InformarNoEsDelito.
Amnistía Internacional también ha denunciado el acoso a Acosta, y en entrevista previa con el Comité para la Protección de los Periodistas, CPJ, la periodista dejó bien definida su posición:
“Seguiré saliendo a la calle y haciendo periodismo”.