El gobierno chino debe liberar de inmediato y sin condiciones al monje tibetano y filósofo encarcelado Go Sherab Gyatso, señaló Human Rights Watch, HRW.
Colaboradores cercanos fuera del Tíbet dicen que la salud de Go Sherab Gyatso ha empeorado recientemente. Padece una afección pulmonar crónica y es posible que no reciba el tratamiento médico adecuado en prisión.
“Una vez más, el encarcelamiento injusto de un tibetano por parte del gobierno chino corre el riesgo de convertirse en una sentencia de muerte”, dijo Sophie Richardson, directora para China de Human Rights Watch. “Go Sherab Gyatso debe ser puesto en libertad de inmediato y recibir atención médica integral”.
Agentes del Ministerio de Seguridad del Estado detuvieron a Go Sherab Gyatso, de 45 años, el 26 de octubre de 2020 en Chengdu, la capital de la provincia de Sichuan, dijeron las autoridades chinas en un comunicado de agosto de 2021, en respuesta a una consulta de tres expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas.
Las autoridades lo trasladaron a Lhasa, capital de la Región Autónoma del Tíbet (TAR), donde el 3 de febrero de 2021 fue acusado formalmente de “incitar a la secesión”. El comunicado del gobierno dijo que fue juzgado más tarde, pero no dio la fecha ni el resultado del juicio. Fuentes tibetanas fuera del país informan que recibió una sentencia de 10 años y se encuentra en la prisión de Chushul, a 20 kilómetros al suroeste de Lhasa.
Fuentes en el exilio informan que no se ha permitido que los visitantes vean a Go Sherab Gyatso y que se encuentra mal de salud. Las autoridades chinas lo habían detenido previamente en al menos otras tres ocasiones. Contrajo una afección pulmonar crónica mientras cumplía una condena de tres años por razones no reveladas desde noviembre de 1998 hasta noviembre de 2001. Estaba en una visita de rutina a Chengdu para recibir tratamiento por su afección médica en octubre de 2020 cuando los agentes de la Seguridad del Estado lo detuvieron.
Los informes recientes sobre la salud de Go Sherab Gyatso no se pueden verificar de forma independiente, dijo Human Rights Watch. Sin embargo, ha habido una serie de casos en los que las autoridades chinas han permitido que personas en el Tíbet y en toda China que fueron detenidas arbitrariamente por cargos de motivación política murieran bajo custodia por falta de atención médica adecuada.
El eminente escritor y disidente chino Liu Xiaobo, que cumplía una condena de 11 años por “subversión”, murió en julio de 2017 de cáncer de hígado por el que recibió un tratamiento inadecuado y se le negó atención médica en el extranjero. El destacado lama y filántropo tibetano Tenzin Delek Rinpoche murió en una prisión en Chengdu en julio de 2015, luego de cumplir 13 años de cadena perpetua por “terrorismo e incitación al separatismo”, durante los cuales, según los informes, se le negó atención médica por una afección cardíaca y familiares.
Human Rights Watch ha informado sobre la muerte de tres tibetanos debido a malos tratos graves bajo custodia desde octubre de 2020, Lhamo, Tenzin Nyima y Kunchok Jinpa. Los medios de comunicación en el exilio han informado de muertes adicionales, incluida la de un hombre llamado Norsang en 2019, y la muerte de cuatro ex detenidos políticos entre 2018 y 2020 (Shonnu Palden, Pema Wangchen, Gendun Sherab y Choeki) tras el maltrato bajo custodia.
