Estados Unidos denunció nuevamente los graves abusos de los derechos humanos en China y elogió a los representantes de la comunidad mundial que pidieron a Naciones Unidas observar de cerca lo que está ocurriendo en Hong Kong y Xinjiang.
“El mundo ha sabido sobre los abusos graves y sistemáticos de los derechos humanos del Partido Comunista chino durante décadas, pero con demasiada frecuencia hizo la vista gorda. Saludo a los relatores especiales de las Naciones Unidas y los expertos en derechos humanos por romper valientemente este silencio y defender al pueblo chino”, subrayó Kelly Craft, jefa de la Misión de Estados Unidos ante la ONU.
“La declaración del 26 de junio emitida por los relatores y expertos (de la ONU) revela el verdadero estado de los derechos humanos en la República Popular de China”, precisa el comunicado de Craft.
La declaración de los relatores y expertos describe puntualmente lo siguiente:
- la represión sistemática del Partido Comunista chino contra las minorías religiosas y étnicas;
- la desaparición y detención de abogados y defensores de derechos humanos;
- y el uso del régimen del trabajo forzado.
La declaración también señala que la respuesta de China a la pandemia de COVID-19 ha incluido represalias contra periodistas, trabajadores médicos y otros que cuestionaron la censura y la brutalidad del régimen.
“El historial de derechos humanos de China es deplorable, y sus esfuerzos para disfrazar ese historial deben ser contrarrestados con más transparencia, más discusión y más verdad, como lo imaginaron los fundadores de la ONU”, dijo la embajadora.
La administración Trump continuará liderando esos esfuerzos y aprovechará cada oportunidad para dar voz a las personas silenciadas en Xinjiang, Tibet y Hong Kong, añadió Kelly Craft.