Las autoridades colombianas aseguraron el miércoles que han superado la crisis suscitada con cerca de 2.000 migrantes cubanos en Turbo, Antioquia.
Migración Colombia informó en un comunicado que la mayoría de los alrededor de 1.800 cubanos se acogieron a la deportación voluntaria y están abandonando el país "por sus propios medios".
El organismo, dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores, dijo que ya se encuentra vacía la bodega que había sido habilitada como albergue en el puerto del noroeste del país, "en la que se encontraban cientos de migrantes irregulares".
En esa bodega estuvieron hacinados hasta el fin de semana unos 800 cubanos, entre ellos niños, mujeres y adultos mayores.
Al menos 1.540 ciudadanos de la isla, según Migración Colombia, solicitaron la deportación voluntaria para evitar la expulsión obligatoria con la que había advertido la semana pasada el gobierno del presidente Juan Manuel Santos.
El sábado 14 fueron deportados a La Habana en un avión de la fuerza aérea colombiana. Uno de ellos, el pastor Erol Gonzalez Batista, asegura que fueron engañados cuando las autoridades se presentaron en el hotel donde estaban y les dijeron que les iban a llenar los papeles para darles un salvoconducto. En realidad, los llevaron al aeropuerto El Dorado de Bogotá . Agrega que contra ellos “hubo golpes, maltratos presión psicológica todo el tiempo, y en el aeropuerto los empujaron y ofendieron verbalmente”.
Muchos de los migrantes que estaban en Turbo "se han ido por la selva, por la trocha (la zona selvática que separa a Colombia y Panamá). Yo calculo que fueron más de 1.000", dijo a Associated Press Aliex Artiles, un ingeniero informático de 34 años que ha servido como vocero de los cubanos en Turbo.
El canal de televisión local Caracol mostró imágenes de un grupo de unos 30 migrantes en su travesía por la selva. Entre ellos estaba una mujer que se identificó como Beatriz y que días antes de su viaje había perdido un embarazo de cuatro meses. Siento "ansiedad, pensar cómo te pueda ir porque hay muchos peligros, muchos animales", dijo.
En la filmación otro hombre dice que la travesía por la selva "es un sacrificio, pero necesario".
De acuerdo con Beatriz, cuyo apellido no fue revelado, el paso más duro de la travesía es cuando los "coyotes" -los delincuentes que conducen a los migrantes a través de la selva- los abandonan en el camino.
Diosdado Soto también corrió el riesgo y se internó en la selva para tratar de llegar a Estados Unidos. En Turbo empacó agua y enlatados y tuvo fiebre durante dos días por el agotamiento y las picaduras de insectos durante la caminata. Al final, desde la Ciudad de Panamá, le envió una fotografía al canal Caracol.
Más cubanos que colombianos en Sapzurro
Mientras tanto, reporta Caracol Radio, en Sapzurro (Chocó), frontera atlántica colombiana con Panamá, hay ahora más cubanos que colombianos, pues los habitantes son 150 y los isleños ya suman 400.
Martí Noticias habló el martes con dos cubanos que se encuentran allí desde hace tres meses, Odalys Sabatés y Uvernel Cruz. Desde el día anterior habían llegado tres grupos de 16, 40 y 45 en embarcaciones llamadas pangas. Los recién llegados son cubanos que no quieren o no tienen condiciones para arriesgarse por la selva, incluidas familias con niños, y tienen la esperanza de que Panamá reabra su frontera.
Sin embargo, el mandatario istmeño, Juan Carlos Varela, dijo el lunes que mantendrá cerrado el límite con Colombia, aunque sí se proporcionará asistencia humanitaria a los que logren ingresar al país por el Tapón del Darién.
Sabatés y Cruz, que ya lo consiguieron una vez por esa vía, y fueron devueltos a Sapzurro poco antes del cierre de la frontera panameña en mayo, dicen que no piensan volver a intentarlo.
Cuentan los peligros que enfrentaron en el Darién, como estar a punto de perder a su hijo Kevin en un río crecido, la fatiga casi de infarto que ella sufrió mientras subía una de las empinadas lomas, y la angustia de estar cinco días perdidos en la jungla, de la que salieron milagrosamente cuando, siguiendo el eco lejano de un rito funerario, pudieron orientarse hasta la aldea indígena Armila.
Frente a donde se encuentra el matrimonio cubano está la escalera que sube la fronteriza loma de La Miel. En la cúspide están los puestos fronterizos de ambas naciones.
Cruz y Sabatés dijeron este jueves a Martí Noticias que algunos de los alrededor de 400 cubanos en Sapzurro están en el pueblo y en la playa, pero alrededor de la mitad, entre ellos 40 menores, seis embarazadas (una de siete meses) y dos minusválidos en muletas se encuentran en lo alto de la Loma de La Miel, a unos 20 metros de las garitas fronterizas, después que ayer poco más de 200 consiguieran que los dejaran entrar.
Estos "afortunados" habrían sido censados y se encontrarían concentrados en la cancha de fútbol del poblado panameño de La Miel, no se sabe si detenidos, pero se cree que serán trasladados a Puerto Obaldía, un lugar al que antes, este año, arribaron oleadas de cubanos.