La suspensión de Dilma Rousseff como presidenta de Brasil, paso que siguió a la decisión del Senado brasileño el miércoles de someter a la mandataria a un juicio político, tendrá consecuencias para Cuba, un país que ha recibido de los gobiernos del Partido de los Trabajadores generosos créditos (al menos 1.750 millones de dólares ) y un jugoso subsidio con la contratación de más de 11.000 profesionales de la isla para el programa Más Médicos.
Los proyectos serían revisados ahora que Rousseff está suspendida de su cargo por hasta 180 días. " Una revisión a corto plazo de nuestra política hacia Cuba, porque el dinero se ha agotado y porque hay algunas serias interrogantes (...) con respecto a los préstamos. Todo quedará en espera", dijo a Reuters un diplomático brasileño emplazado en La Habana.
Los créditos de Brasil a Cuba, provenientes del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), han incluido la mayor parte del financiamiento de la expansión del puerto y la terminal de contenedores de Mariel, un proyecto de 957 millones de dólares de los cuales 682 millones fueron financiados con fondos públicos por BNDES.
Los términos para Cuba fueron sumamente favorables, con plazos de amortización de 25 años en lugar de 12, tasas de interés entre 4,4 y 6,9 por ciento (el mínimo habitual es de 6%), y aceptando como garantías los devaluados pesos cubanos.
Gran parte del dinero fue al gigante brasileño de la construcción Odebrecht, luego involucrado en una trama de sobornos y tráfico de influencias por la que es también investigado el ex presidente Luiz Inacio Lula Da Silva.
BNDES también financió en Cuba la modernización y ampliación del aeropuerto José Martí de La Habana, la ampliación del de Santa Clara y la compra de equipos para los de Holguín, Cayo Coco y Cayo Largo.
Por otra parte, una eventual revisión de la participación cubana en el programa Más Médicos, diseñado por el gobierno de Rousseff para llevar cuidados de salud a lugares marginales y remotos, podría propinar un duro golpe a la economía cubana, cuya principal fuente de divisas es la exportación de servicios profesionales, en primer lugar los de la salud.
El presidente interino de Brasil, Michel Temer, ha dicho que su Gobierno no piensa deshacerse de los profesionales cubanos del programa, pero que no va a contratar más.
"Obviamente no habrá más médicos cubanos que vengan aquí en el futuro, ya que este modelo de asistencia es cuestionable y no habrá respaldo para eso", dijo la fuente diplomática de Reuters.
El diario brasileño O Globo ha explicado que el contrato con los profesionales de Cuba insertados en el programa es diferente del que funciona con sus colegas de otras nacionalidades: el gobierno de Brasil paga a los últimos el salario completo, 10.482 reales, o 4.433 dólares. En el caso de los cubanos, transfiere esos fondos a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la entidad mediadora en el contrato, que a su vez retiene un 5 % de comisión y remite el resto al gobierno cubano.
Este último se ocupa de pagar a sus enviados a través de la Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos, S.A. , pero los galenos cubanos reciben apenas 600 dólares mensuales y otros 645 les son depositados en una cuenta en Cuba, a la cual sólo tienen acceso una vez cumplida la misión, para un total de 1.245 dólares al mes. Este esquema proporciona al gobierno cubano una ganancia de más de 3.000 dólares mensuales por cooperante, .
El senador Ronaldo Caiado, líder del partido Demócrata, dentro de la coalición de Temer, dijo que los médicos deberían permanecer en Brasil y que el dinero pagado a Cuba, aproximadamente 500 millones en 2015, debería entregarse directamente a los profesionales.
Semejante cambio no sería del agrado de La Habana. "Ellos tienen claramente un problema de flujo de efectivo. Algunas de nuestras empresas reciben los pagos y otras no", dijo a Reuters un embajador europeo en la capital cubana .
La agencia señala que el Gobierno comenzó a reducir las importaciones y a pedir el año pasado condiciones de pago más extensas a proveedores extranjeros, y que se ha atrasado en el cumplimiento de sus obligaciones este año, según confirman diplomáticos y empresarios occidentales.
Rousseff amplió el mes pasado el contrato de los médicos cubanos por otros tres años, pero la medida tiene que ser aprobada por el Congreso y podría tener problemas con los legisladores críticos en tornos a los términos del contrato, establecidos en 2013.
Reuters señala que Rousseff no es el primer aliado de izquierda que ha perdido Cuba en la región, después que los peronistas perdieran las elecciones en Argentina en noviembre último.
También toma nota de las preocupaciones en la isla por la inestabilidad política en Venezuela, el primer socio comercial y proveedor energético de Cuba, donde el presidente Nicolás Maduro se enfrenta a una profunda recesión económica y una revigorizada oposición política que controla el poder legislativo.