El diario brasileño O Globo ha publicado cables diplomáticos intercambiados de 2011 a 2014 por jefes de misiones diplomáticas de Brasil y el Ministerio de Asuntos Exteriores, que según el periódico indican que las actividades del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva en favor del grupo Odebrecht fueron más allá de un contrato para dictar una conferencia, como sostienen el ex presidente del Partido de los Trabajadores y la firma constructora.
En vista de la investigación que fiscales brasileños siguen a Lula por presunto tráfico de influencias a favor de Odebrecht en países como Portugal, Ghana, Venezuela y Cuba, el periódico pidió al Itamaraty la publicación de las comunicaciones, amparándose en la Ley de Acceso a la Información.
El ejecutivo principal de la firma constructora, Marcelo Odebrecht, actualmente detenido, había confesado en una entrevista el 27 de abril con la web de negocios estadounidense Bloomberg que “Cuba es el único país en el que, de hecho, abrimos y crecimos bajo el gobierno de Lula, y donde tenemos que decir que la relación con Lula ayudó mucho"
Odebrecht S.A., la mayor constructora de América Latina, ejecutó la primera fase de la construcción del puerto y zona económica especial de Mariel en la isla de gobierno comunista a un costo aproximado de $1.000 millones. La mayor parte del financiamiento fue aportada en préstamos a bajo interés por el Banco Nacional de Desarrollo de Brasil, BNDES.
Además del megapuerto de Mariel, la empresa también ha sido comisionada en la mayor de las Antillas para ampliar el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana y modernizar el ingenio azucarero 5 de septiembre en la provincia de Cienfuegos.
Mensajes desclasificados
Entre los telegramas diplomáticos citados por O Globo, en uno fechado el 3 de marzo de 2014 el encargado de negocios de Brasil en Cuba, Marcelo Câmara, informa sobre la visita que Lula hizo la isla entre el 24 y el 27 de febrero del mismo año. Un resumen del mensaje: "El tema central de sus diálogos fue la prospección de iniciativas para el perfeccionamiento de la matriz energética en la zona especial de Mariel, y el fortalecimiento del cultivo de soya en el país".
Durante ese viaje, "al asistir a una invitación del gobierno local y con el apoyo del grupo COI / Odebrecht", según describe el documento, Lula fue acompañado, entre otros, por el senador Blairo Maggi (PR-MT) y el ex ministro de Minas y Energía Silas Rondeau, quien dejó el cargo en 2007, acusado de aceptar sobornos para favorecer a empresas con proyectos de obras federales.
Los documentos del Itamaraty también registran otros viajes de Lula a Cuba. En junio de 2011, el ex presidente fue recibido en un hotel de La Habana por Marcelo Odebrecht y José Dirceu. "A su llegada al hotel, Lula recibió el saludo del Sr. José Dirceu y el empresario Marcelo Odebrecht, Director-Presidente de la constructora", precisó el encargado de negocios en Cuba en ese momento, Albino Poli Jr., en un telegrama enviado al ministerio.
Marcelo Odebrecht fue detenido el mes pasado en la llamada operación Lava-Jato. Dirceu, un ex guerrillero entrenado en Cuba y ex jefe de Gabinete de Lula, guarda prisión domiciliaria por su condena en el escándalo de corrupción del mensalão (repartición de gabelas mensuales a legisladores).
Durante la visita que hizo en compañía de ellos a Cuba, el ex presidente se reunió con Raúl y Fidel Castro. El telegrama precisa que Marcelo no estuvo presente en las reuniones, mientras que Dirceu acompañó a Lula a la conversación con Raúl Castro.
El ex mandatario, y fundador con el mayor de los Castro del izquierdista Foro de Sao Paulo, hizo otra visita más asociada con Odebrecht al país caribeño. Según afirma O Globo, Lula visitó Cuba en enero de 2013, con todos los gastos pagados por el contratista. Alexandrino Alencar, entonces director de Relaciones Institucionales de Odebrecht, llegó a la Habana en el mismo jet privado en el que viajó el ex presidente. Alencar también fue arrestado como parte de la operación Lava -Jato el mes pasado.
El caso del ministerio público contra Lula por sospechas de tráfico de influencias fue destapado en mayo pasado por la revista Época, según la cual Odebrecht fue una de las empresas que recibió del BNDES, gracias a gestiones del ex presidente, créditos por cerca de 4,100 millones de dólares para obras en República Dominicana, Venezuela, Cuba y Ghana.