Ante la nueva situación que se ha creado debido a la sorpresiva derogación, por parte del gobierno norteamericano, de la normativa conocida como ¨pies secos y pies mojados¨, los obispos cubanos queremos manifestar nuestra preocupación por los numerosos compatriotas que se encuentran en terceros países y que, ahora mismo, están enfrentando un presente inesperado y un futuro incierto.
Somos conscientes del drama humano que afecta a tantas personas y familias, algunas de ellas hicieron grandes sacrificios con el propósito de emigrar a los Estados Unidos, confiados en las normas migratorias que los amparaban.
A la vez que apreciamos el proceso que se está siguiendo en orden a una mejor relación entre los gobiernos de Cuba y de los Estados Unidos, hacemos votos para que las autoridades y las instituciones de los distintos países implicados, busquen caminos de solución conforme a la justicia teniendo en cuenta la misericordia, para los que se encuentran en esta crítica situación.
Oramos a la Virgen de la Caridad, Madre y Patrona de todos los cubanos, que Ella nos anime y nos una en la búsqueda del bien de cada uno de sus hijos.
Secretariado General de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba