Más de ochenta congresistas colombianos han pedido al gobierno de los Estados Unidos, a través de una carta oficial, que Cuba sea retirada de la lista de países patrocinadores del terrorismo.
En la carta, dirigida a la vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris, y a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, los congresistas expresan su preocupación por el hecho de que "un país que ha sido garante de los acuerdos de paz en Colombia durante años, haya sido denominado país patrocinador del terrorismo por el Gobierno de los Estados Unidos".
Según los firmantes, los argumentos que se usaron para esa designación "no se sostienen", una opinión que, aseguran, comparte el actual gobierno de Colombia, encabezado por el presidente Gustavo Petro.
Gloria Flórez, presidenta de la comisión Segunda y senadora del “Pacto Histórico”, aseguró que el papel que Cuba ha desempeñado históricamente ha sido el de la “búsqueda de la paz”, algo a lo que ha dedicado “todo su esfuerzo y territorio”. La congresista agregó que prueba de ello, son las negociaciones de paz con las guerrillas colombianas durante el mandato del expresidente Juan Manuel Santos.
Uno de los párrafos de la misiva señala los supuestos perjuicios que la inclusión del régimen cubano en dicha lista ha traído como consecuencia, como "la clausura de cualquier posibilidad de financiamiento en el mercado mundial, acrecentando las carencias y dificultades de acceso a la sociedad cubana a recursos básicos, amenazando los derechos humanos de los habitantes de la isla y afectando las aspiraciones de Paz Total en Colombia”.
En un trabajo de investigación realizado por el Centro para una Cuba Libre (CFC, por sus siglas en inglés), tras aclarar que "su definición de terrorismo refleja la que fue elaborada por Naciones Unidas en 2004: actos criminales, inclusive contra civiles, cometidos con la intención de causar la muerte o lesiones corporales graves o de tomar rehenes con el propósito de provocar un estado de terror en la población en general, en un grupo de personas o en determinada persona, intimidar a una población u obligar a un gobierno o a una organización internacional a realizar un acto o a abstenerse de realizarlo”, declara que "la historia más reciente de la relación entre Cuba y el terrorismo" se observa en Colombia.
"Durante 2017, algunos integrantes del grupo colombiano ELN viajaron a Cuba para negociar la paz. Sin embargo, no regresaron a Colombia, y Cuba ha negado su extradición en varias ocasiones. En 2019, este grupo (ELN) llevó a cabo un ataque terrorista en una academia de policía en Colombia que mató a 22 personas y lesionó a más de 65; los líderes terroristas estaban protegidos por Cuba. El gobierno de Estados Unidos ha demostrado en los últimos años que Cuba apoya a los grupos terroristas brindándoles alojamiento, apoyo médico y alimentación (Embajada de Estados Unidos en Cuba, 2020)", detalla el reporte del CFC.
Además, añade que "se ha demostrado que Cuba interfiere e intercepta las comunicaciones de Estados Unidos. Toda la información y conocimiento que adquiere Cuba es compartida con algunos de sus aliados, entre los que se encuentran países como Irán y Siria".
En otra violación, el régimen cubano intercambia "armas y personal militar" con Venezuela. "Algunos se quedan en el país y otros regresan a Cuba. La mayoría de los intercambios se realizan con Estados que también son patrocinadores del terrorismo, como Irán y Corea del Norte", concluye el informe.
Estados Unidos ha argumentado que Cuba mantiene vínculos estrechos y de colaboración con países designados por Estados Unidos como patrocinadores del terrorismo, como Irán y Corea del Norte; que el régimen de La Habana aloja a líderes del Ejército de Liberación Nacional, a pesar de las peticiones de Colombia para su extradición, y que continúa albergando a múltiples fugitivos que cometieron o apoyaron actos de terrorismo en Estados Unidos.
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