Lo golpearon salvajemente, demoraron 40 días en operarlo, no cambiaban sus vendas, le quitaron la silla de ruedas y ahora la vida del activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) Cristian Pérez Carmenate corre peligro, declaró el miércoles su madre, Yolanda Carmenate, en conversación con Radio Martí.
“Apenas puede hablar”, dijo la también activista de UNPACU y ex prisionera política en entrevista con el presentador y periodista Tomás Cardoso. “Permanece encamado; la herida quirúrgica de su brazo derecho no ha sanado a pesar de que lo operaron hace cuatro meses y 14 días”.
Normalmente su peso corporal es de 76 kilos (167 libras), pero ahora está pesando 52 kilos (114 libras), declaró la madre de Pérez Carmenate. “Y con dolores en todo el cuerpo de forma constante y agonizante”, añadió.
El 12 de agosto del año pasado, Cristian Pérez Carmenate fue conducido a la estación de policía de Las Tunas y brutalmente golpeado por los agentes que lo arrestaron. Las lesiones que sufrió le han impedido desde entonces caminar y valerse por si mismo.
Al cabo de 40 días en prisión sin recibir atención médica lo operaron en el hospital Clínico Quirúrgico Ernesto Guevara, en la misma ciudad, y aún convaleciente lo enviaron de vuelta a la prisión “Plan Confianza”.
El 31 de octubre, Yolanda Carmenate denunció que ni siquiera habían vuelto a curarle la herida de la operación, que se mantenía con el mismo vendaje del primer día, ya sucio, con riesgo de infección, y que le habían quitado la silla de ruedas para dársela a otro prisionero. Poco después, el 12 de noviembre, le concedieron una licencia extrapenal.
De acuerdo con su médico de cabecera, el cáncer que padece el activista de UNPACU “es de hace poco, de tres meses”, indicó su madre en el programa Hoy en Cuba, de Radio Martí.
La mujer fue detenida el jueves por la policía política al salir de la casa del activista Roger Curbelo. Había ido allí en busca de mentol, porque su hijo no tiene analgésicos para aliviar los dolores.
“Me llevaron detenida, a pie, alrededor de siete kilómetros hasta la estación [policial] de La Tercera”, contó la madre de Pérez Carmenate. “Allí permanecí alrededor de cinco horas, a pesar de mis súplicas de que me dejaran ir a la casa a llevarle el mentol”.
El estado de salud de su hijo se ha agravado tanto que ella está pidiendo ayuda para que el gobierno de Estados Unidos le permita viajar a este país a recibir atención médica.
“Les suplico a los congresistas [cubanoamericanos], a los miembros de la Fundación [Nacional] Cubano Americana, que me ayuden a [conseguir] una visa humanitaria para mi hijo”, le dijo a Cardoso. “Su vida peligra aquí porque la medicina no es la mejor, y no tengo confianza en este gobierno”.
En mayo de 2019, a los 62 años, Yolanda Carmenate terminó de cumplir una condena de dos años y medio en el correccional Veguita, de Las Tunas, por haber cometido --según el sistema judicial del régimen-- los delitos de desacato e instigación para delinquir.