La implementación del tope de precios a los productos agrícolas que venden los cuentapropistas está provocando el aumento del desabastecimiento en los mercados en varias provincias en Cuba.
Desde Santiago de Cuba, el líder juvenil de la UNPACU, Carlos Amel Oliva, dijo a Radio Televisión Martí que ya casi no se ven los carretilleros en las calles de la ciudad.
"Los carretilleros están desapareciendo (...) lo que tenemos es una involución. La medida está provocando desabastecimiento y agravamiento de la crisis", señaló.
Desde Camagüey, Leydis Tabares afirma que sospechosamente hasta la calabaza se perdió en las últimas semanas. "Nada. Habichuelas venden por las mañanas, y punto. Ahí no hay un boniato, no hay plátano", explicó.
El cuentapropista Yoel Espinosa informó que en Santa Clara los campesinos no quieren aceptar los precios establecidos por el estado. Como consecuencia "hay poca oferta de viandas, frijoles y hortalizas".
Espinosa dijo que los campesinos tuvieron grandes costos para producir sus cosechas, "y las pérdidas son muy grandes si venden sus productos con el tope que puso el estado".
El economista Énix Berrio, residente en la capital del país, explicó que en provincias productoras como Artemisa y Mayabeque, que abastecen a La Habana, "el precio de los frijoles colorados era de 10 pesos la libra, y en estos momentos el topado es a 20".
Lejos de representar un beneficio, la medida estatal impone un gravamen a la ciudadanía, opinó. "El campesino no puede quedarse con su producción y el pueblo muriéndose de hambre. Eso es lo que está ocurriendo en la actualidad. Con total responsabilidad lo digo", subrayó el economista.
Los precios topados en el agro en la Habana entraron el vigor el jueves, 8 de agosto, mientras que en el resto de las provincias ocurrió el lunes 12 del presente mes.