El gobierno de Nicolás Maduro respondió a críticas de sus pares de la región sobre la falta de transparencia en las elecciones presidenciales y el desconocimiento de los resultados oficiales con una orden de retirada el lunes de todo el personal diplómatico de las embajadas de siete países, a los que acusó de injerencismo.
En declaraciones previas, el presidente panameño, José Raúl Mulino, anunció el lunes que retiraría a su personal diplomático y pondría “en suspenso” las relaciones con el gobierno de Maduro.
En respuesta, la Cancillería venezolana decidió "retirar todo el personal diplomático de las misiones en Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, al tiempo de exigir a esos gobiernos el retiro de manera inmediata de sus representantes en territorio venezolano".
En un comunicado, el canciller Yvan Gil dijo que el gobierno de Venezuela se reservaba las acciones para defender y "hacer respetar" su derecho a la autodeterminación y acusó de "injerencistas", "subordinados a Washington" y comprometidos con la "ideología del fascismo internacional".
Panamá asumió el lunes la postura más fuerte ante la proclamación del Consejo Nacional Electoral de Venezuela de Nicolás Maduro como ganador de las elecciones presidenciales, con lo que logró la reelección para un tercer período de seis años.
Los “regímenes que no respeten los derechos humanos y violen libertades no merecen reconocimiento diplomático”, dijo el presidente panameño en una conferencia de prensa. “Demasiados abusos en Venezuela han ocurrido”, concluyó.
Mulino había dicho antes en un post en la red social X que su gobierno ejercería acciones individuales y colectivas y adoptaría medidas en las próximas horas de acuerdo con las reglas interamericanas.
"Panamá se suma al rechazo generalizado respecto del resultado electoral en Venezuela. Aspirábamos a que se respetara la voluntad popular y tal situación fue desconocida", escribió en X el mandatario panameño.
Venezuela también anunció que suspendería temporalmente, a partir de este miércoles, 31 de julio, los vuelos comerciales desde y hacia Panamá y República Dominicana.
El gobierno de Perú, que también reaccionó con presión diplomática ante la presunta victoria de Maduro en las presidenciales, comunicó a los diplomáticos venezolanos acreditados en Lima que tenian 72 horas para salir del país “debido a las graves y arbitrarias decisiones tomadas hoy por el régimen venezolano”.
Antes, el ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Javier González-Olaechea, había dicho en X que el gobierno que representa coordinaba "acciones conjuntas" con otros países de la región para que se respetase la voluntad de los venezolanos. “No hay marcha atrás, tome el tiempo que tome”, dijo al anunciar el llamado a consultas del embajador peruano en Caracas, quien "dejará el país este lunes", añadió.
Mientras, el departamento de observación electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA) dijo el martes que no puede reconocer los resultados proclamados por el CNE de Venezuela. La organización sostendrá una reunión extraordinaria este miércoles para discutir el tema.
Venezuela vive un momento de inestabilidad política, con encendidas protestas a lo largo y ancho del país de ciudadanos que reclaman una revisión de los resultados de los comicios del domingo, tras declaraciones de la oposición de que el principal rival de Maduro, el candidato Edmundo González Urrutia, ganó de forma abrumadora con más del 70% de los votos a su favor.
Foro