Más de 1.800 cubanos están varados en Panamá y la cifra podría dispararse aún más, según ha pronosticado una autoridad de la zona fronteriza adonde continúan llegando isleños en su travesía hacia Estados Unidos.
El gobernador de Chiriquí, Hugo Méndez, dijo a medios locales que diariamente arriban unos 100 migrantes cubanos a esta provincia, procedentes de Puerto Obaldía y la Miel.
Se espera la llegada de otros 1.200 migrantes cubanos en las próximas dos semanas, de mantenerse esta tendencia, dijo el funcionario.
Méndez explicó que hasta el momento han habilitado tres albergues para alojar 1.832 cubanos. A la vez, dijo que preparan otros campamentos con capacidad para acoger a los que siguen llegando.
Autoridades panameñas asumen lo relativo a los hospedajes; mientras que la Cruz Roja de la nación y Cáritas se ocupan de alimentar.
El cuello de botella en Panamá comenzó después que Costa Rica detuvo la entrega de visas temporales en diciembre pasado.
La medida se produjo después que las autoridades costarricenses consiguieron poner en marcha un plan regional para evacuar a miles de cubanos protagonistas de una crisis migratoria que involucró a varias naciones de la región.
Cubanos en Panamá se quejan de las malas condiciones de vida y están pidiendo un plan similar de evacuación para poder llegar a Estados Unidos.
La Cancillería panameña ha informado que realiza labores diplomáticas con el objetivo de lograr un acuerdo que les permita evacuar a los cubanos desde Paso Canoas, en un itinerario no revelado, que los conduzca a Estados Unidos.