La decisión del gobierno de Cuba de autorizar el uso de dólares estadounidenses en las transacciones del comercio minorista y en las importaciones a través de agencias subordinadas al propio gobierno y de permitir a los cubanos emigrados abrir cuentas bancos nacionales representa según expertos un paso hacia la "redolarización" de la economía cubana y a la paulatina desaparición del CUC.
En relación a la Resolución 73-2020, publicada en la Gaceta Oficial, el economista Elías Amor alertó que “hay que tener mucho cuidado con este anuncio".
"No es nada nuevo ya en el mes de octubre pasado esta experiencia empezó a realizarse en moneda libremente convertible y ahora se hace con dólares (…) en un momento especialmente difícil como este las autoridades lo que necesitan es divisas para poder responder a los préstamos que han ido aplazando”, dijo el experto en entrevista con Radio Televisión Martí.
Esta nueva disposición permitirá a las personas naturales, residentes o no en la isla, que cuenten con depósitos en dólares en bancos cubanos utilizar las tarjetas magnéticas para efectuar pagos en los comercios gestionados por las entidades estatales
“Conviene tener mucho cuidado con lo que se anuncia de que los no residentes podrán hacer operaciones que van a poder abrir estas cuentas. Es riesgoso si se tiene en cuenta que no hay un marco jurídico respetable para el no residente en Cuba y en ese sentido, sabemos todos que la tradición del gobierno comunista ha sido la confiscación, la expropiación y determinadas operaciones antieconómicas que pueden perjudicar grandemente a los que tengan la osadía de abrirse estas cuentas”, dijo Amor.
El decreto emitido por el Banco Central de Cuba modifica la Resolución 275 del año anterior en la que se autorizó la creación de las cuentas bancarias en moneda convertible para realizar compras en determinadas tiendas mediante las tarjetas magnéticas.
En el documento oficial se especificó que para estas cuentas se permitirá ingresar fondos mediante transferencias bancarias del exterior, desde otras cuentas en divisas operadas por bancos cubanos o desde la empresa FINCIMEX SA por concepto de remesas.
“Con esta medida lo que se hace es aumentar más las diferencias entre los que pueden tener acceso a la moneda fuerte y los que no. Entre los cubanos que tienen acceso a dólares y los cubanos que viven con 24 dólares al mes y dependen de la libreta de racionamiento. En vez de apostar por medidas más equitativas de justicia social, el régimen comunista lo que hace es facilitar esa segmentación perversa del mercado. Yo creo que la sociedad cubana debe estar harta y debe decir basta porque eso va también en contra de los derechos humanos económicos”, indicó el economista.
Por otra parte, la periodista independiente Yoani Sánchez publicó en el sitio 14ymedio: “Si hasta ahora, la sociedad cubana estaba atravesada por una línea que separaba a quienes recibían su salario solo en pesos cubanos y aquellos que a través del turismo, las remesas y los negocios -legales o ilegales- podían contar con pesos convertibles, ahora se crea otra división más profunda y determinante. El que no tenga dólares tendrá que empezar a buscarlos.”
A manera de reflexión Sánchez se cuestionó: “¿Y ahora qué hacemos con los chavitos? ¿Los guardamos para el museo del absurdo que algún día se levantará en esta Isla? ¿O los colocamos en un tercer bolsillo, ese donde se pone todo aquello que no sirve para convertirse en bienes ni servicios?”
La economía cubana autorizó y brindaba operaciones en dólares desde inicios de los 90, cuando el denominado período especial hasta 2004, cuando se sustituyó el dólar estadounidense por el peso cubano convertible (CUC).