Tras un día de trabajo, Raúl Castro, general de ejército y presidente de los Consejos de Estado y Ministros, pidió en la sesión ordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular dinamizar la inversión extranjera y austeridad para que en el 2017 se logre un crecimiento económico del 2 %.
Castro dijo que para lograr el crecimiento de la economía en el 2017 deberán cumplir premisas como garantizar las exportaciones y su cobro oportuno, incrementar la producción local para sustituir importaciones, reducir los gastos no imprescindibles y usar racional y eficientemente los recursos disponibles.
Expresó el general insatisfacción con la marcha de las inversiones, en la que según refirió "han sido frecuentes las dilaciones excesivas en el proceso negociador" y abogó por superar la "mentalidad obsoleta y llena de prejuicios" contra el capital foráneo y "despojarse de falsos temores" hacia éste, porque "no vamos ni iremos al capitalismo, pero no debemos ponerle trabas a lo que podemos hacer en el marco de las leyes vigentes".
El gobernante cubano también pidió "asegurar" la capacitación y preparación sistemática de cuadros y especialistas que negocian, y "profundizar" en "deficiencias y errores" del pasado para "no cometerlos de nuevo". Además, subrayó que el abastecimiento de combustible ha sido, desde el triunfo de la Revolución, la "espada de Damocles que hemos tenido sobre nuestro cuello, a veces rozándolo", por lo que consideró que este es uno de los sectores estratégicos donde hay que dar prioridad a la inversión extranjera.
En cuanto al plan y presupuesto para 2017 advirtió de que "persistirán tensiones financieras y retos" que pudieran "recrudecerse" en determinadas circunstancias. Pero no descartó que la economía cubana recorra una "senda ascendente" y el Producto Interno Bruto (PIB) crezca moderadamente el 2 %, después que en 2016 se registrara un decrecimiento del 0.9 %, lo que supone la primera recesión que se registra en la isla en 23 años.
Ya la inversión extranjera no es una vía complementaria para el desarrollo cubano, como decía el gobierno a inicios de este siglo. En junio del 2000, el entonces vicepresidente y zar de la economía cubana, Carlos Lage, decía a la prensa española que la inversión foránea no era un pilar del desarrollo, simplemente una vía complementaria a los esfuerzos económicos.
Con material de la agencia EFE y la prensa española (El País).
