La Oficina del Historiador del Departamento de Estado publicó el 20 de diciembre el volumen XXIII de una serie de documentos relacionados con la política de EEUU hacia México, Cuba y el Caribe, que comprende los años 1977-1980, bajo la administración demócrata de Jimmy Carter.
La publicación, dice la nota de prensa del Departamento de Estado, “es parte de una serie de volúmenes de la serie de Relaciones Exteriores que documenta la toma de decisiones de política exterior de la administración del presidente Jimmy Carter”.
En los documentos se examina la política exterior de aquella administración hacia la región del Caribe.
La compilación publica documentos de la Casa Blanca, el Departamento de Estado, la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el Buró Federal de Investigaciones (FBI), entre otros.
Los archivos correspondientes a Cuba contienen información sobre los intentos de normalización de relaciones con La Habana emprendidos por la administración Carter; las negociaciones para la apertura de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana en 1977; la crisis por la presencia militar soviética en Cuba; el incremento de efectivos militares cubanos en África; la crisis de la embajada del Perú en La Habana y el éxodo del Mariel.
También se refleja la política de EEUU hacia los problemas internos en República Dominicana; las negociaciones de gas natural con México; la masacre de Jonestown en Guyana y la agenda de derechos humanos de Carter con el gobierno autocrático de Haití. El volumen fue editado por Alexander O. Poster, y tuvo como editor general a Adam M. Howard.
Tropas cubanas en África
Uno de los temas que aparecen en los documentos es el relacionado con la presencia militar cubana en Angola. En febrero de 1977, el representante Jonathan Bingham, demócrata por New York, visitó La Habana y se reunió con Castro.
Un informe de este viaje, que preparó la cancillería al entonces Secretario de Estado, Cyrus Vance, detalla que Fidel Castro fue “ambivalente sobre la participación futura de Cuba en otros países” del continente africano; que Cuba se encontraba entre las “presiones estadounidenses y africanas” y que para la fecha (1977) las tropas cubanas en Angola "habían disminuido a la mitad”, aunque aclara que Castro “no dio la cifra máxima exacta”.
La Directiva Presidencial /NSC-6, del 15 de marzo de 1977, expuso la “actividad exterior de Cuba en Angola” como uno de los temas de las negociaciones exploratorias con La Habana. Las unidades militares cubanas no salieron de Angola hasta 1989.
Durante un encuentro celebrado en Cuba entre el gobernante Fidel Castro y el director ejecutivo del conglomerado empresarial Gulf and Western, Charles Bluhdorn, en junio de 1977, Castro aseguró que sus tropas no estaban involucradas en Zaire y que tenía planificada la retirada de Angola, pero mandó a detenerla cuando "los franceses y los marroquíes acudieron en ayuda de Zaire”.
En marzo de ese año, desde Angola, militantes del Frente Nacional de Liberación de Congo (FNLC), con el apoyo de Luanda, intentaron ocupar la rica provincia congoleña de Katanga.
Castro se molestó cuando Bluhdorn dijo que él era el testaferro (front-man) de los soviéticos en África. Castro le hizo ver que Africa era la avenida para alcanzar el liderazgo mundial, asegura el informe.
Un mes después, durante la visita a Cuba del congresista Rum Dellums, demócrata de California, Castro negó que tuviera planes de enviar tropas a Etiopía: "No podía hacerlo debido a la distancia de ese país, en el Cuerno Africano, más lejos que Angola", argumentó entonces.
De todos modos no podía dar garantías en público, por la “admiración" que sentía por Mengistu Haile Mariam, quien gobernó el país africano desde 1977 hasta 1991.
Castro admitió preocupación por un conflicto interno dentro del Movimiento Popular de la Liberación de Angola (MPLA) y por el “poco valor que se le da a la vida humana en toda África y los métodos brutales utilizados en Angola para resolver las diferencias” y puso de ejemplo a su aliado y protegido Agostinho Neto, presidente de Angola, quien según Castro “puso a algunos de sus enemigos en un coche, les prendió fuego, y los empujó sobre un acantilado”.
Durante una de las reuniones del Comité de Revisión de Política sobre Cuba, a inicios de agosto de 1977, Zbigniew Brzezinski, asesor de seguridad nacional, declaró que las actividades de Cuba en África debían ser un tema de la agenda de discusiones con La Habana y reiterarles a las autoridades cubanas la profunda preocupación de EEUU al respecto.
Ese mismo mes, durante la visita a Cuba del senador Frank Church, del 8 al 11 de agosto, en la que se reunió con Castro, éste le pidió que le comunicara a Carter que la participación cubana en África no tenía ningún propósito antiamericano, sino de dar estabilidad al gobierno de Angola.
El 2 de diciembre de 1977, en reunión en Washington D.C., entre William P. Stedman, subsecretario de Estado, Wayne Smith, jefe de la Sección de Intereses en La Habana y Ramón Sánchez Parodi, Jefe de la Oficina de Intereses de Cuba en EEUU, el diplomático cubano afirmó que el envío de tropas adicionales a Angola se debía al peligro de una "contraofensiva desde Zaire con tropas de Marruecos” y que en el caso de Etiopía se despacharon algunos asesores militares, “en un número relativamente pequeño y no unidades de combate”.
A inicios de 1977 llegaron a Etiopía un grupo de militares, encabezados por el general Arnaldo Ochoa. El envío incluía una brigada aérea y de tanques que combatieron en el desierto Ogaden.
Para enero de 1977, una delegación del Congreso de EEUU llega a Cuba, integrada por Jonathan Bingham (D–NY), William Clay (D–MO), Benjamin Gilman (R–NY), Robert Lagomarsino (R–CA), Dawson Mathis (D–GA), Richard Nolan (D–MN), Edward Patten (D–NJ), Steve Simms (R–ID), and Guy Vander Jagt (R–MI).
Fidel Castro recibió a los congresistas a altas horas de la noche y tras una larga revisión de la participación cubana en Etiopía, aseguró que sus tropas no estaban involucradas en el conflicto de Eritrea, entonces parte del territorio etíope.
Ya en octubre de 1979, Fidel Castro recibió al abogado William Attwood, ex embajador de EEUU en Guinea y Kenia y partidario del acercamiento con Cuba.
En el encuentro Castro le aseguró que los cubanos permanecían en Angola por la muerte de Neto y "los contínuos bombardeos de Sudáfrica que le obligan a mantener tropas y técnicos allí”.
Un informe al presidente Carter elaborado por Robert Pastor, asesor del Consejo de Seguridad Nacional para América Latina, tras un encuentro de 11 horas con Castro los días 16 y 17 de enero de 1980, en el que hablaron de África, se afirma que el gobernante cubano declaró que de Angola “es más fácil entrar que salir”; que los cubanos ya no combatían a la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA) dirigida por Jonas Savimbi y que Cuba no estaba promoviendo y tampoco se oponía a un acuerdo entre el MPLA y la UNITA”.
Años después en 1989 las tropas cubanas se retiraban de Angola tras un acuerdo de paz con Sudáfrica.
La UNITA, mediante acuerdo de paz se insertó en la vida política de Angola.