El gobierno cubano celebró este miércoles la votación en Naciones Unidas contra el embargo como una “victoria absoluta”, y la abstención de Estados Unidos, como "un paso positivo en el proceso de normalización" de relaciones, pero insistió en que la directiva presidencial de Obama “no esconde su intención de subvertir el orden interno”.
El texto impulsado por el Gobierno cubano recibió 191 votos a favor y 2 abstenciones, de EEUU e Israel, países que se habían pronunciado en contra durante 24 años seguidos.
En un largo discurso ante la ONU, el canciller cubano Bruno Rodríguez dijo que “la verdad siempre termina por abrirse paso; la justicia, en imponerse”, en referencia a la votación a favor de Cuba, y recordó que “el bloqueo continúa siendo el principal obstáculo para el desarrollo económico” de la isla.
Rodríguez criticó que el Congreso estadounidense no haya aprobado “ni una sola de las 20 propuestas” para modificar la aplicación del embargo, y señaló que las “restricciones y persecución financiera se mantienen”.
"Es necesario por tanto juzgar por los hechos. Lo importante y concreto es el desmontaje del bloqueo, más que los discursos, las declaraciones de prensa o incluso el voto de una delegación en esta sala", señaló.
El canciller reiteró que "Cuba no renunciará jamás ni a uno solo de sus principios".