Han pasado 30 años de la mayor tragedia nuclear, que ocurrió en Chernóbil, Ucrania. De una manera u otra, en muchos países se ha recordado el hecho.
El 26 de abril de 1986 explotó el cuarto reactor de la Central Nuclear Vladimir Ilich Lenin y se sabe que errores humanos durante unos experimentos causaron el desastre nuclear pero, hasta ahora, las consecuencias de esa catástrofe todavía se investigan.
En entrevista con Radio Europa Libre, el académico ruso y exasesor presidencial Alexei Yablokov dio detalles de una investigación, desarrollada por científicos alemanes, que vincula la explosión atómica con la determinación del sexo de los nacidos tras la catástrofe.
El salto en la proporción de nacimientos de niños y niñas fue percibido en Alemania del Este y en Cuba donde, al parecer, cubanos y alemanes consumieron carne, leche en polvo y leche condensada que habían estado expuestas a la radiación.
"La expansión de la radiación tuvo impacto en todo el planeta, pues una semana después del 26 de abril de 1986 los funcionarios de aduanas de Estados Unidos comenzaron a rastrear los productos radiactivos procedentes de Europa como el arenque de Noruega, el té de Turquía o el queso de Suiza", explica Yakoblov.
Una nube tóxica, provocada por la explosión y el incendio arrastraba cesio 137, estroncio-90 y yodo-131 por toda Europa, en dependencia de la dirección del viento. Así, estos elementos llegaron a Polonia, Alemania, Noruega, Austria, Finlandia y las vecinas Rusia y Bielorrusia.
En un inicio fue el silencio del Kremlin, intentando ocultar la magnitud del desastre, el 28 por la noche el noticiero Vremia, anunciaba que se tomaban medidas para eliminar las consecuencias del suceso y que las víctimas estaban siendo atendidas. También anunciaron la creación de una comisión gubernamental y criticaron la cobertura de los medios de prensa occidentales.
El 1 de mayo se desfiló en Kiev, por el Día del Trabajador, como si la radioactividad no afectara a los soviéticos.
Después, Mijail S. Gorbachev reconoció a la prensa que fue un error el no haber suspendido los desfiles, pero tenía miedo a que el pánico cundiera en millones de personas.
Todavía hoy en día, hasta un incendio en los bosques cercanos a Chernóbil provoca un aumento en los índices de radiación. Y un equipo de bomberos, con los medios que tienen, muchos obsoletos que datan de la época soviética, evita que la radiación se propague.
En Cuba se habla de los niños afectados por la radiación de Chernóbil, pero hay silencio sobre las secuelas provocadas por la carne y leche contaminadas que llegaba desde la URSS.
P.S. Imágenes de Chernóbil en 360, tomadas por periodistas de Radio Europa Libre/Radio Libertad.