La importancia cada vez mayor que ha adquirido el dólar estadounidense en Cuba lleva a muchos a preguntarse en la isla si el gobierno se encamina hacia una unificación monetaria o a una dolarización de la economía.
La dependencia cada vez mayor del dólar estadounidense para adquirir muchos de los productos de primera necesidad, la decadencia del CUC, la moneda libremente convertible creada por el gobierno cubano y la incertidumbre con la tasa cambiaria que tendrá el peso cubano, hace pensar a muchos en la isla que en vez de unificación monetaria el gobierno se encamina hacia una dolarización de la economía.
El catedrático en Economía, Omar Everleny Pérez Villanueva, se refiere a una dolarización parcial.
"Durante un mediano plazo por la propia crisis económica que está atravesando Cuba, el dólar llegó de nuevo y creo que se va a quedar durante un tiempo, pero es una dolarización parcial porque el efectivo no va a circular libremente. Es decir, ninguna institución cubana va a aceptar el dólar en efectivo. Lo que se está produciendo es una bancarización por otro lado, es decir, sí, es verdad que para ir al banco tienes que llevar el efectivo, pero con ese efectivo no podrías pagar en una tienda", indicó.
Pérez Villanueva hizo énfasis en que todo puede cambiar cuando comience a llegar turismo a Cuba y regresen los viajes de los cubanos porque habrá dólares circulantes en las calles.
"En la medida en que la economía se abra y empiece a llegar el turismo, muchos de los privados podrán vender sus productos en dólares y le pueden dar precios al turista porque realmente, llegaban turistas a Cuba y tenían que cambiar en CUC y después pagar una paladar. Ahora el dueño podría cobrar directamente en dólares".
"Para el llamado cubano de a pie, la cosa se complejiza más porque por ejemplo, hoy el cambio en Santa Clara estaba a 1.60, porque el dólar hoy no existe", indicó el economista quien recordó las limitaciones a la entrada de dólares en un país que lleva 5 meses cerrado a causa de la pandemia.
Este escenario se plantea como posible, en el caso de que el gobierno no establezca en el futuro alguna regulación que limite la circulación física del dólar en la isla.
