El fallecimiento del exgobernante cubano Fidel Castro es una "oportunidad histórica para el cambio en Cuba", estimó el lunes el senador demócrata por Nueva Jersey, Bob Menéndez.
El representante al Senado de origen cubano, recomendó al próximo al presidente electo Donald Trump usar mano dura para conseguir la libertad de la isla, según un artículo de opinión titulado "Después de Castro, EEUU necesita avanzar para la democracia en Cuba".
"La muerte de Fidel Castro es más que simbólica. Representa una oportunidad histórica para el cambio, para que los Estados Unidos persigan políticas completas que, en primer lugar, apoyen al pueblo cubano. Ahora es el momento de ejercer el poder de nuestros ideales, ideas y valores", escribió.
Menéndez aseguró que alcanzar la democracia en Cuba es clave para promover la estabilidad en la región y para la mejoría de las relaciones entre ambos países.
"Los refugiados cubanos que huyeran de la persecución ya no estarían obligados a tomar el peligroso viaje a nuestra frontera. Cuba ya no exportaría su forma opresiva y desastrosa de gobierno, un legado que se ha manifestado trágicamente en forma de crisis humanitaria en Venezuela", escribió.
Menéndez dijo que una eventual Cuba que respete el estado de derechos tendría más probabilidades de regresar a prófugos de la justicia estadounidense como Joanne Chesimard y trabajar con los Estados Unidos para procesar eficazmente a los narcotraficantes.
Entre las medidas que recomendó Menéndez a Trump están la revisión de las disposiciones de Barack Obama respecto a las transacciones financieras y los negocios entre bancos de ambas naciones, apoyo a la disidencia interna e impulsar programas a favor de la democracia en la isla.
"Debemos impulsar programas de diplomacia pública como Radio y TV Martí y la Voz de América para permitir que los cubanos puedan expresarse en sus propias palabras", dijo Menéndez.
Reiteró su esperanza de que bajo el Gobierno de Trump se desarrolle una nueva política hacia La Habana que preste atención a los activistas de derechos humanos.
"Espero que el próximo presidente Donald Trump diga a Cuba lo que el presidente Barack Obama dijo a Birmania: Liberen a sus prisioneros, celebren elecciones justas y libres y avancen hacia la democracia. No sé por qué el pueblo de Cuba merece menos que el pueblo de Birmania", concluyó.