Más de 17.000 cubanos llegaron a Estados Unidos en los últimos tres meses de 2015. La cifra casi duplica la registrada en el mismo periodo del año anterior.
Fueron 17.071 ciudadanos cubanos los que consiguieron entrar a Estados Unidos entre octubre, noviembre y diciembre, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) a los que hoy tuvo acceso Efe.
La cifra casi duplica los 9.219 migrantes cubanos que alcanzaron suelo estadounidense en los tres últimos meses de 2014 y los 5.770 que lo hicieron en el último trimestre de 2013, según los datos de la CBP.
Los datos muestran un incremento de la inmigración en Estados Unidos de ciudadanos cubanos, que temen que el restablecimiento de las relaciones entre Washington y La Habana provoque la eliminación de la Ley de Ajuste Cubano (1961), que les facilita conseguir la residencia estadounidense.
En ese contexto se produjo la crisis migratoria de cubanos en Centroamérica.
Ante el creciente flujo migratorio a través de Centroamérica, en noviembre Nicaragua les cerró la frontera. Entonces, los cubanos quedaron varados en Panamá y Costa Rica. A finales de año, Costa Rica acordó un puente aéreo con los países implicados para facilitar que sigan su travesía hacia Estados Unidos.
"La Administración no tiene planes de cambiar nuestra actual política de inmigración hacia Cuba o de buscar un cambio legislativo en relación con la Ley de Ajuste Cubano", dijo a Efe un portavoz de la CBP con el fin de atajar el temor de los isleños.
Llegadas de cubanos a Estados Unidos en el último trimestre de 2015, según datos de la CBP:
–Laredo, Texas: 12.196
–Miami, Florida: 3.268
–San Diego, California: 673
–Buffalo, Nueva York: 349
–El Paso, Texas: 239
Los datos muestran que la mayor parte de cubanos alcanzan Estados Unidos a través de la frontera con México. Aunque todavía muchos se aventuran a cruzar por mar la distancia que separa Florida de Cuba para beneficiarse de la política de "pies secos/pies mojados", que privilegia a los isleños que tocan territorio estadounidense.
La Habana rechaza la Ley de Ajuste Cubano y la política "pies secos/pies mojados" al considerar que estimulan la migración ilegal y el tráfico de emigrantes. Pero Washington asegura que no tiene intención de cambiar estas políticas y defiende que ayudan a aquellos que temen volver a Cuba.