El Centro ucraniano para Contrarrestar la Desinformación (CCD) denunció que Moscú ha reclutado a unos 18 mil extranjeros de 128 países desde 2022 para engrosar sus filas en el conflicto contra Ucrania, atraídos mediante engaños, coerción o promesas de compensación económica.
De acuerdo con las cifras más recientes del CCD, el contingente más numeroso proviene de Corea del Norte, con aproximadamente 12,000 reclutados. Entre los principales contribuyentes también se encuentran Uzbekistán (2,715), Tayikistán (1,599), Kazajistán (1,190), Bielorrusia (1,338) y Cuba (1,028).
Muchos de los reclutados en estos países fueron engañados para asumir funciones de combate mediante ofertas de trabajo falsas y un entrenamiento mínimo, señala el organismo.
El informe subraya que este reclutamiento no es casual, sino parte de una estrategia sistemática que involucra actores estatales y compañías militares privadas. Estas entidades operan bajo la fachada de agencias de empleo o programas culturales, enfocándose en poblaciones económicamente vulnerables.
“Rusia ha construido un sistema global para reclutar extranjeros, utilizando mecanismos fraudulentos y criminales”, señaló el CCD en su canal oficial de Telegram. El organismo advierte que ciudadanos de decenas de países, desde Asia hasta África, han sido enviados al frente, donde muchos han muerto o han sido capturados.
El CCD también reveló que, desde mediados de 2025, Rusia incrementó sus esfuerzos de reclutamiento en línea: uno de cada tres anuncios de contratos militares estaba dirigido a extranjeros, especialmente de Asia Central, África, Asia del Sur y Medio Oriente.
Esta campaña global refleja la estrategia de Rusia para compensar el elevado número de bajas sin una movilización nacional completa, según el análisis del CCD.
El caso de los reclutas cubanos
Informes recientes estiman que entre 1,000 y 25,000 cubanos han sido enviados a Rusia para combatir en Ucrania, aunque las cifras varían según la fuente. La inteligencia ucraniana sitúa el número en torno a 20,000, mientras que evaluaciones estadounidenses lo reducen a entre 1,000 y 5,000.
En el caso cubano, el reclutamiento se realiza principalmente a través de redes sociales, grupos de WhatsApp y Telegram, ofreciendo contratos laborales falsos para trabajos de construcción o servicios en Rusia.
Las ofertas incluyen salarios de hasta 2,000 dólares mensuales, alojamiento y visados, lo que resulta atractivo frente al salario promedio en Cuba, unos 17 dólares mensuales.
Una vez en Rusia, los reclutas reciben solo dos semanas de entrenamiento y son enviados a las zonas más peligrosas del frente, con una esperanza de vida estimada de 140-150 días.
Muchos firmaron contratos en ruso sin comprender las cláusulas, quedando atrapados en el conflicto sin posibilidad de regresar.
El gobierno cubano niega la participación directa en estos reclutamientos, pero informes señalan que facilitó vuelos y logística para el traslado, lo que sugiere una colaboración activa con Moscú. Mientras, La Habana afirma investigar redes de tráfico de personas supuestamente implicadas en el caso.
El Parlamento Europeo condenó estas prácticas, calificándolas como explotación y parte de la estrategia rusa para sostener su ofensiva.
El gobierno estadounidense considera el reclutamiento una forma de trata de personas patrocinada por el Estado cubano.
Se estima que cientos de cubanos han muerto en el conflicto en Ucrania, mientras que el regreso a la isla de veteranos entrenados plantea otros riesgos, ya que podrían integrarse en fuerzas represivas o redes criminales en América Latina.
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