El ex presidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero animó al Gobierno de España a que se haga más presente en Cuba", celebrando que el ministro de Economía, Luis de Guindos, vaya a la isla, e instando al gobierno del Partido Popular “a trabajar para que hubiera una visita de más alto nivel, incluido el presidente del gobierno", Mariano Rajoy.
"Me parecería muy importante, hemos visto al presidente de la República Francesa, estamos viendo a altas responsabilidades del Gobierno de EEUU, y España tiene que estar ahí. Yo creo que Cuba quiere y por tanto se tiene que producir ese encuentro porque sin duda alguna tenemos que ser un país decisivo en este proceso que para mí es histórico", afirmó el ex mandatario durante una entrevista con la local Cadena Ser.
Zapatero consideró que España tiene “una responsabilidad histórica con Cuba por los vínculos culturales de toda naturaleza", y aseguró que durante su sorpresiva visita a la isla en febrero pasado percibió "una simpatía, una relación, unas ganas de España".
Recordó que gracias a la ley de Memoria Histórica o Ley de Nietos "cientos de miles de cubanos han adquirido el pasaporte español. Este dato es fundamental porque es un caudal de vinculación y de responsabilidad extraordinaria para España".
Alabó por otra parte la política de compromiso del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dirigida a superar el aislamiento de Cuba, y añadió que para ayudar a esa superación "tenemos que demostrar que somos esa España americana que la historia nos ha hecho".
En ese sentido dijo que durante su conversación con el gobernante Raúl Castro en La Habana en febrero le vio "muy convencido de la bondad del proceso” (de acercamiento con EE.UU.) y sobre todo “muy entusiasmado con el presidente Obama"..
Dijo que Castro le contó detalles de la conversación que mantuvo con Barack Obama por teléfono, la noche antes del anuncio del deshielo.
Dijo que fue una conversación "distendida" y que notó una gran "empatía" del jefe de Estado cubano hacia Obama.
Zapatero dijo haber percibido asimismo una "clara" voluntad de apertura económica de Cuba, por lo que "si empezamos primero por las relaciones económicas, después por la restitución de las relaciones políticas y por la recuperación de Cuba en el escenario internacional, abriremos puertas sin los métodos que hasta ahora se han hecho".
Se refirió en ese sentido a la posición común que mantiene desde 1996 la Unión Europea hacia Cuba, y que condiciona la cooperación con la isla a avances en los derechos humanos y hacia la democracia. “En mi etapa fui partidario de que esa posición se dejase, porque no da utilidad”, consideró.